Silvia Pluis vive en la localidad de Agustina, y es una de las pocas productoras de la zona que lleva a cabo un cultivo agroecológico. Hace seis años que se dedica a esto y por primera vez se fumigó con un mosquito “amigable”, en el que se hizo un tratamiento con biofertilizantes y caldo frío preparado específicamente para esa plantación con productos naturales, junto al ingeniero agrónomo Ignacio Di Santis.
“El gran problema es que acá (en la zona) no hay acopiadores de granos que sea separado para quienes no fumigan, entonces durante mucho tiempo lo tuve que seguir vendiendo a acopiadores comunes por lo que mi grano se mezcló con el resto”, explicó a Junín24 Pluis. Sin embargo, este verano consiguió enviar una parte del maíz que cosechó a dos granjas permaculturales que crían animales en forma pastoril.
En este momento, la productora está cultivando una semilla no transgénica que proviene de un trigo especial, porque según explica Pluis, su objetivo es “ir purificando la semilla para que no sea transgénica”. Uno de los mayores problemas a la hora de realizar este método de cultivo son los costos del flete, y el hecho de “tener una fábrica de biofertilizantes acá sería genial y serviría para esto y muchas cosas más”.