No es una novedad que estamos frente a una sociedad cada vez más violenta e intolerante.Y una clara demostración de ello fue lo sucedido cerca del mediodía de hoy en calle Gral. Paz a metros de su intersección con Hipólito Yrigoyen.
Transeúntes ocasionales no entendían nada de lo que ocurría aunque sí estaba claro que una mujer de unos 37 o 38 años gritaba desaforada, insultando a una trabajadora y hasta agarrándola del pelo y zamarreándola. Algunas personas intentaron intervenir al tiempo que otros, dado que a medida que transcurría el tiempo la agresión era cada vez más violenta, terminaron convocando a personal policial.La conductora agresiva, por momentos dio la sensación que se retiraba del lugar. Pero no fue así.Ante la llegada de funcionarios policiales, regresó, siguió amenazando a la joven que estaba llorando producto de la situación que le estaba tocando atravesar.El nivel de descontrol de la conductora de la Renault Duster, lejos de mermar, aumentó más.Amenazó a las fuerzas de seguridad, intentó subirse al auto e irse, embistió a uno de los funcionarios y como era de imaginar, terminó aprehendida y trasladada a dependencia policial. Presuntamente a Comisaría Primera.UN TESTIGONada mejor que conocer los detalles, relatados por una de las personas que intentó intervenir y socorrer a la trabajadora que sólo estaba cumpliendo con la función que le fue asignada.Nada más ni nada menos que controlar la marcha del estacionamiento medido.Es decir, caminar por las calles asignadas, establecer si los vehículos estacionados cumplen con las normas, en caso de no hacerlo colocar un aviso informando al conductor que si en quince minutos no contrata el servicio es pasible de una multa. Y transcurrido ese tiempo…llega la boleta colorada.Explicación válida para entender cómo se llegó a semejante nivel de agresividad y violencia.“Le gritaba h de p…, Negra de m…., la p… que te p….. Es lo que escucho cuando una mujer está increpando a otra. La agredida era una de las chicas del estacionamiento medido. La increpó, la agarró de los pelos” comienza señalando el testigo.“Le decía que ya era la quinta multa que pagaba y que se lo hacían deliberadamente”.Fue cuando “me acerqué, pregunté si necesitaba ayuda –a la trabajadora-, que me dijo que siempre se repetía la misma historia. Que la conductora de la Fuster paraba siempre a la vuelta, sobre Hipólito Yrigoyen, cerca del Registro Civil, para hacer carga y descarga y que se demoraba más de lo debido”.“Y ahora no tuvo reparos en agarrarla de los pelos”.“La gente carga una locura y hoy no se bancan que tienen que respetar las normas. No puedo creer las cosas que le decía y la chica con el alma destrozada. Llorando”.
