Se concluyó otra semana de conflicto en Molinos Muscariello y amenaza con iniciar otra de la misma manera ya que los trabajadores y gremio ha rechazado la oferta de pago efectuada desde la empresa por los sueldos atrasados de febrero, mientras va transcurriendo marzo y se está a doce días de finalizar este mes, en un conflicto que arrancó ya a fines de enero. La centenaria empresa juninense permanece cerrada y sin producción.
Este viernes se realizó una olla popular de parte de los trabajadores en conflicto con la empresa junto a la seccional Junín de la Unión Obrera Molinera y su secretario general Tomás Kiernan dijo que «ya hay compañeros que carecen de alimentos en sus casas. Hemos recibido ayuda de distintas instituciones y comercios» a la vez que señaló a JUNIN24 que no hubo oferta superadora de parte de la empresa destacando que «estamos abiertos al diálogo».
El dirigente sindical agradeció a la secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Junín que brindará una ayuda a los trabajadores que más lo necesiten y a la agrupación «La Cámpora» que viene apoyando desde hace 45 días, mostrándose agradecido y con reconocimiento a quienes vienen apoyando de distinta manera a este conflicto que se extiende desde fines de enero.
Kiernan expresó que «el viernes pasado estuvimos en una audiencia y le otorgamos la posibilidad a la empresa de 48 horas hábiles pero nos ofrecieron una limosna. Si para no estar en la línea de pobreza se requiere más de 84 mil y más de 34 mil pesos para no ser indigentes, nos están ofreciendo una limosna. Nosotros queremos lo justo, lo que nos corresponde».
De no mediar una oferta superadora a los veinte mil pesos ofrecidos como parte de pago de los sueldos atrasados de febrero, la semana que viene se continuará con la medida de fuerza. «Se dio prioridad a otros acreedores, antes que a nosotros, cuando la mano de obra debería ser priorizada», destacó el secretario general de la UOMA Seccional Junín quien dijo que «es de público conocimiento que están llegando inversores pero no estamos en total conocimiento de las negociaciones. Somos socios «de prepo» cuando ellos (los empresarios) les falta el dinero pero no somos socios para conocer quién está llegando y en qué condiciones tomará el Molino».
Resaltó a este portal digital informativo que «detrás de cada trabajador y compañero y compañera está la familia que lo está conteniendo y eso es muy importante. A la familia molinera le digo mil gracias».
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