Cada año, cerca del 30 de agosto, la Tormenta de Santa Rosa sorprende con lluvias intensas y actividad eléctrica en el país. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explica por qué se produce y cuándo podría llegar este año.
Tormenta de Santa Rosa 2025: cuándo llegará y qué dice el Servicio Meteorológico Nacional
La Tormenta de Santa Rosa, tradicionalmente vinculada a la festividad del 30 de agosto, no es un mito: según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), existe un motivo científico que explica su aparición casi todos los años a finales de agosto. Este fenómeno se caracteriza por precipitaciones abundantes, vientos fuertes y gran actividad eléctrica, principalmente en la zona del AMBA y otras provincias del centro y noreste del país.
El meteorólogo José Luis Stella, del SMN, detalló que “desde mediados y finales de agosto, la atmósfera sufre cambios en su circulación debido a la proximidad de la primavera”. Estos cambios generan la combinación de aire cálido, alta humedad y condiciones propicias para el desarrollo de tormentas intensas en esta época del año.
Según los registros históricos, la Tormenta de Santa Rosa suele presentarse entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre. En 2024, por ejemplo, las lluvias coincidieron con la festividad, dejando 118 mm de precipitación en varias provincias del centro argentino. Para 2025, aunque todavía es pronto para un pronóstico exacto, el SMN identifica este mismo período como el más probable para que se repita el fenómeno.
La relación con Santa Rosa de Lima, patrona de Perú y América, tiene raíces históricas y religiosas. En 1615, durante un ataque de piratas holandeses, los rezos organizados por la religiosa Isabel Flores de Oliva habrían provocado una tormenta que dispersó a los invasores. Isabel fue canonizada como Santa Rosa de Lima, convirtiéndose en la primera santa de América y siendo considerada patrona de la ciudad de Quimilí, Suncho Corral, Selva en Santiago del Estero y de enfermeras, entre otros.
Este fenómeno marca, año tras año, la transición entre el invierno y la primavera, y es uno de los eventos meteorológicos más esperados por la población argentina, que suele aprovechar para observar el espectáculo de la naturaleza y planificar actividades al aire libre con precaución.