En una nueva etapa del conflicto que comenzó a fines de enero en el Molino Muscariello -una empresa con 102 años de historia comercial en Junín- trabajadores -a los que se les adeuda el sueldo de febrero y el pago de las quincenas de marzo ya que este mes concluye este jueves 31, además se les dio al comienzo vacaciones forzadas lo que fue rechazada por el gremio del sector debido a que Muscariello se encuentra cerrado desde enero y sin producir como tampoco se cuenta con capital de trabajo, decidieron por asamblea trasladar la carpa que habian montado la semana pasada en la esquina de Brasil y Mayor López, el acceso principal al establecimiento, a la plaza «25 de Mayo».
Lo hicieron junto a la seccional Junín de la Unión Obrera Molinera encabezada por su secretario general Tomás Kiernan y dirigentes sindicales, acompañados por la Mesa de Unidad Sindical con la presencia de secretarios generales de gremios como Francina Sierra de SUTEBA, Andrés Mansilla de SATSAID, Gabriel Saudán del Sindicato de Trabajadores Municipales, Eduardo Diotti de UOCRA y Carlos Rodríguez, de SMATA Junín, además del sector línea verde y blanca de ATE Junín, junto a integrantes de comisión directiva de los gremios mencionados, entre otros.
Luego de una marcha por la calle Mayor López hasta la plaza «25 de Mayo» comenzaron a trabajar en el armado de la carpa que fue montada en la esquina de Mitre y Benito de Miguel.
El secretario general de UOMA seccional Junín, Tomás Kiernan, manifestó que «se trata de una nueva escalada en este plan d elucha, determinando por asamblea venir a la Plaza para que se visibilice mejor la protesta para que los vecinos sean solidarios porque vamos a levantar firmas en un petitorio para que Molinos San Ignacio no cierre sus puertas».
Kiernan manifestó que «más allá de la deuda salarial, necesitamos un salvataje y se lo pedimos a quien corresponda para que la empresa no cierre sus puertas. Con el tema de la propuesta d epago de febrero no solamente fue insuficiente, no hubo nada. Nos están debiendo todo febrero y marzo, son dos meses que la familia molinera no agarra un peso. El último salario cobrado fue en enero, ya nos han cortado la luz, tenemos que hacer frente a vencimientos, la garrafa se terminó y hoy estamos en una carpa solidaria donde también recibimos donaciones para que el compañero que está en estado d eemergencia pueda llevar el día a día».
Además destacó el apoyo de organizaciones sociales y el aporte de la secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Junín que está asistiendo a 13 familias de trabajadores en conflicto.
También Kiernan resaltó el acompañamiento de otros gremios. «Esto recién comienzo, no sabemos cuando terminará y estamos golpeando la puertas para salvar a esta empresa que pertenece al rubro alimenticio».
«Hoy la preocupación es la continuidad de la fuente laboral más allá de los meses que nos deben » destacó el dirigente sindical el cual también destacó el acompañamiento de los medios de comunicación en el conflicto que arrancó a fines de enero.