3 de junio: A 6 años de una lucha que nos sigue convocando

Opinión

Por JPro Mujeres Junín

Desde el 1 de enero hasta el 30 de abril del 2021, se cometieron 92 de femicidios y 5 transvesticidios, y aun así hace más de 2 meses nos sigue faltando Tehuel de la Torre – un chico trans que fue a buscar laburo y jamás regresó a su casa-. ¿Es importante seguir hablando de esto? La realidad es que sí, ya que la prevención, asistencia y erradicación de la violencia en todos los ámbitos, es uno de los reclamos que nos tiene que seguir importando. Las mujeres somos esenciales en cada lugar que ocupamos, en el hogar, en el trabajo, en la facultad y en cada uno de los pasillos que recorremos.

Desde que tenemos consciencia, sucede hasta el hartazgo un femicidio. Femicidios que muchas veces fueron caratulados bajo el disfraz de «crimen pasional», escapándose el Estado y la sociedad de todo tipo de responsabilidad, incluso de todo tipo de política asistencial hacia las más perjudicadas: las mujeres.

Es una deuda histórica, incluso en pandemia, ocuparnos de visibilizar y reaccionar por cada una de nosotras, ya que, no sirven leyes de papel que en la práctica no se cumplen porque sin importar donde y cuando, somos juzgadas, maltratadas y humillada por cómo nos vestimos, con quién estamos y qué hacemos e incluso, llegan a espectacularizar y revictimizar a cada víctima -menor o adulta- sobre nuestras vidas. No somos un objeto de consumo, ni objetos de banderas que luego abandonan, tampoco somos inferiores y ponen en duda cada cosa que decimos. Somos personas, y al igual que todos queremos transitar y circular sin tener miedo a que mañana no volvamos a nuestra casa.

Hoy, es importante conocer y darle relevancia al 3 de junio para ni tomar a este problema como algo aislado, porque pensar lo de esta forma nos permite cerrar las ventanas cuando la vecina denuncia a viva voz que necesita ayuda; seguir invisibilizando esto nos permite seguir normalizando que los jueces no llamen por su nombre a la violación y a los casos de abuso sexual. Normalizar esto, es ser parte del problema. No nos quedemos callados, visibilizar las demandas permite solucionar y prevenir futuros problemas. 

Actualmente, nos encontramos con tapaboca, pero gritar por las que no están y por cada injusticia que sucede, lo haremos siempre por todas y cada una. ¿Saben que es injusto? Que se enojen por una pared pintada o que griten más fuerte un gol pero que no digan nada y hagan caso omiso a una Justicia ausente.

No importa que tan grande o chica sea la ciudad, los femicidios y transvesticidios siguen sucediendo, y la (IN)justicia nos atraviesa todo el tiempo.

Rompamos la cadena del miedo y de la indiferencia.

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