Este 1° de mayo implica el festejo para todos los trabajadores, ya que todos coincidimos en que trabajando se dignifica a la persona y se construye un mundo mejor; y también reflexionar sobre el gran desafío que enfrentamos en la República Argentina, que es el de la generación de trabajo genuino que permita sostener durante décadas un proceso de crecimiento económico y de desarrollo sustentable; y eso desde ser un compromiso de todos.
Hay que generar condiciones no solo para la formación de personas y profesionales capaces de actuar tanto en el mundo laboral como en la vida cotidiana, sino también la posibilidad de articulación con los sectores productivos y dinámicos de la economía del país.
La producción aspira a la generación de riqueza, pero esa acción debe ir acompañada de la distribución que permita a todos los ciudadanos tener una vida y un empleo digno y del acceso a oportunidades de mejora, que, desde mi punto de vista, lo dan la educación y la capacitación laboral.
El mundo moderno exige formación, capacitación y flexibilidad para complementar los sistemas educativos con los sistemas productivos y tecnológicos, por eso debemos diversificar y ampliar las ofertas formativas, saliéndonos de los modelos clásicos y apuntando a generar los perfiles profesionales que nos demande el desarrollo económico de la ciudad, la región, el país y el mundo.
También debemos hacer los esfuerzos que hagan falta para la promoción de la calidad de la educación pública, la innovación tecnológica, la investigación científica y la divulgación del conocimiento como pilares fundamentales en la planificación estratégica.
Es básico reconocer que en los últimos años han acontecido profundas transformaciones globales, a las cuales no podemos cerrarnos y darle la espalda. La apertura inteligente hacia la globalización debe encaminarse dentro de una estrategia de inserción de la Argentina en el mundo, y en esta estrategia el papel de las ciudades es decisivo.
Para pensar en el desarrollo municipal y regional es necesario que existan actores políticos, sociales y económicos, y gobiernos locales con la mentalidad y la convicción de impulsarlo.