Por Oscar Farias *
Ex funcionario de Relaciones Institucionales de la ADIF Trenes Argentinos
Es muy común sobre todo en periodos de elecciones que a determinadas figuras, dirigentes o a fracciones políticas se las acuse de implicancias con el narcotráfico, con la corrupción y el robo.
Acusaciones cobardes y rastreras con o sin el aval de sectores judiciales y sostenidas mediáticamente por suposiciones. Un caso emblemático es el de Lula en Brasil, cuando el juez Moro sin competencia para el caso dijo sin ponerse colorado: “No tengo pruebas pero tengo la convicción que es el jefe de la banda” y los condenó a 5 años de prisión.
Cristina Kirchner, Correa, Lugo, Dilma, Evo, entre otros, fueron víctimas de injurias, siendo perjudicado/as sin pruebas y sin condenas firmes.
La ciudad de Junín que pertenece al globo terráqueo no está exenta de agravios, ultrajes y escarnios. Todos conocemos la judialización durante cuatro años del Secretario General del Gremio de los Trabajadores de Prensa, cuando en el juicio oral la Fiscal que lo había acusado dijo sorprendentemente que: “No tengo pruebas, esto ha sido una ardid”
El daño ya había sido consumado. Se habían perdido 70 puestos de trabajo y aniquilado al gremio de los Trabajadores.
Recientemente en una publicación en Facebook y en un portal de noticias se denigró la imagen de Mario Meoni, como en los casos anteriores que mencioné, sin pruebas, sobre suposiciones y elucubraciones. Fue atacado de modo traicionero ofendiendo su memoria, la de su familia y de sus compañeros de partido.
Jamás se pensó, en el caso de Lula, que fue un gobernante que elevó a Brasil a la octava economía del mundo, redujo el desempleo al 5% y sacó de la pobreza a 40 millones de compatriotas.
Los seres serviles, vaya a saber a qué intereses responden, (sí lo sabemos) han dicho que ante la tragedia se pierde la memoria sin entender que en un estado de conmoción la memoria resalta lo mejor del ser humano.
Mario Meoni no solamente fue el primer Intendente de Junín que creó la Dirección de Derechos Humanos, sino que además con Mario creamos la Delegación Regional de la Secretaría de DDHH de la Pcia., recibió y declaró huésped de honor a Estela de Carlotto.
Durante su período como Intendente se realizaron los juicios y las condenas a los represores de Junín. Jamás intentó sacar provecho político de esa circunstancia y dejó todo en manos de los organismos de DDHH de la Provincia.
Mario Meoni, aun cuando nos fuimos de la Dirección porque él había renunciado a la Concertación K, jamás dejó de dar apoyo logístico y económico que a veces se nos negaba de otros sectores políticos aliados.
Fue tres veces elegido Intendente por el voto popular. Creó la Secretaría de Seguridad, primer Municipio de la Pcia en hacerlo.
Acompañó constantemente el nacimiento y crecimiento de la Universidad Nacional del Noroeste, toda su gestión era pensando en la potencialidad que tenía para Junín la presencia de la UNNOBA.
Diseñó una ciudad para los próximos 50 años. La construcción del Autódromo y la permanente presencia y ayuda a los sectores más humildes de la ciudad. En su gestión se construyeron mucho más de mil viviendas del Plan Federal. Brindó ayuda de materiales para que las propias familias se construyan su casa y acompañó los Programas de Viviendas Procrear facilitando terrenos y servicios para tal fin.
El ex Intendente, sabiendo de la importancia a nivel nacional del significado de Sarmiento para la ciudad de Junín, no escatimó esfuerzos materiales para el crecimiento de la institución, sin dejar de dar rutilante apoyo a los clubes amateurs de la Ciudad.
Socorrió los designios de aquellas que anhelaban el buen trato a las mascotas y se preocupó por el refugio a los animales, creó la Feria del Libro en Junín y el festival del Tango. Gestionó ante Néstor Kirchner saneamiento, obras hídricas y realizó el asfalto para centenas de cuadras en los barrios más humildes
Mario Meoni acompañó toda mi gestión en ferrocarriles, aun a sabiendas que los funcionarios del entonces gobierno lo marginaba de toda política Nacional, sin embargo, no dudó el día de la inauguración del Tren Chino facilitando el corte de calles, ofreció escenario y el sonido para que Junín esté a la altura de la fiesta de la llegada del tren después de tantos años de desidia.
Recuerdo su alegría cuando logramos entregarle un sector del predio ferroviario a la UNNOBA, donde hoy funciona el Comedor Universitario. Lo último que gestionamos juntos fue la Placita de calle Maipú y Rivadavia, en terrenos de desuso de la ADIF para que los Jóvenes tengan un lugar propio para realizar sus actividades de Bmx y Skate.
Últimamente, ya como Ministro, rápidamente trajo para Junín obras de alto voltaje y en poco menos de un año estabilizó la Cooperativa Ferroviaria al borde de su cierre definitivo, fortaleciendo el trabajo genuino y creando nuevos puestos de trabajo.
No es de extrañar que las futuras generaciones lo recuerden junto a las figuras, hoy emblemáticas, de Evita y de Eusebio, que también nos dejaron cuando tenían mucho por hacer.
Cobarde, vil y rastrero han sido las agresiones hacia su memoria.