Mientras el Gobierno bonaerense avanza con la deportación de extranjeros que cumplieron más de la mitad de la condena, la cantidad de presos nacidos en otros países creció un 20% en el último año y casi se duplicó si se compara con registros de 2014.
Así se desprende de las cifras oficiales del Servicio Penitenciario Bonaerense y señalan que actualmente hay 2.087 detenidos extranjeros en cárceles, alcaldías y dependencias policiales del territorio, sobre un total de unos 41.250, lo que representa un 5%.
Si bien desde principios de 2017 hasta septiembre de este año hubo un crecimiento de alrededor de 3% en la cantidad de detenidos, se nota un fuerte salto del 20% en el número de extranjeros. Y si se toma como referencia el año 2014 cuando eran 1.075, hay un aumento del 94% hasta llegar a los 2.087 actuales. Y de ese total, algo más de la mitad son paraguayos (52%), mientras que un 17,8% peruanos, un 8,9% bolivianos, 8,6% uruguayos y 5% chilenos. Luego le siguen en el ranking ciudadanos de Colombia, República Dominicana y Brasil.
Las causas por las que están detenidos varían y desde hace cuatro años el aumento ha sido constante: de los 1.075 del año 2014, se pasó a 1.251 un año más tarde, a 1.567 en 2016, a 1.735 en 2017 y a 2.087 este año. Y si se compara con la población carcelaria de hace cuatro años, 35.979, el porcentaje de inmigrantes tras las rejas era de 3%, mientras que en la actualidad es de 5%.
En este contexto, el Gobierno de María Eugenia Vidal comenzó a analizar de la mano de su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, la forma de llevar adelante un operativo para devolver a sus países de origen a los extranjeros que cumplieron con más de la mitad de la condena y que les corresponde ser deportados.
En medio de decenas de habeas corpus y de comisiones que arman los jueces sobre la sobrepoblación carcelaria, fuentes oficiales reconocen que existen unas 300 personas en condiciones de ser devueltas a sus países. Hasta el momento, según pudo saber DIB, en lo que va del año, solamente 23 extranjeros fueron enviados sus países, aunque la mayoría de ellos son a partir de mayo, cuando el Gobierno decidió darle más impulso a la medida.
Según el Censo 2010, último realizado en el país, en la provincia de Buenos Aires hay 942.000 residentes no nativos. Es decir, sólo el 6% de la población que vive en el territorio (15.625.084) es extranjera. Y del total de inmigrantes en la provincia, sólo el 0,22% está detenido.
Decreto en stand by
Las expulsiones quedaron enmarcadas en una polémica que se generó a principios del año pasado cuando el presidente Mauricio Macri endureció mediante un decreto de necesidad y urgencia las condiciones para el ingreso y la permanencia de extranjeros en el país.
Sin embargo, la Cámara Contencioso Administrativo Federal decidió declarar inconstitucional la medida que modifica la ley de migraciones, por lo que el Gobierno nacional presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema, que aún no falló.
Cabe recordar que el DNU acortaba los tiempos para definir la expulsión de los extranjeros con causas o antecedentes penales, fijó condiciones más estrictas para el ingreso y la permanencia, y elevó los requisitos para acceder a la ciudadanía.
