Para el juez Oldemar Villa no había pruebas suficientes para mantenerlos en la comisaría.
La policía demoró en «La Favela», con manchas de sangre en sus zapatillas y los rostros lastimados a los que, hasta ahora, eran los principales sospechosos del asesinato de Santino y el abuso de María Mercedes. Pero el juez, Oldemar Villa, ordenó liberarlos tras seis horas detenidos en la comisaría de Puerto Deseado.
Según informó el portal la Opinión Austral, Villa «maneja sus tiempos». La justicia no ordenó ninguna medida adicional para mantener detenidos a los cuatro acusados. A criterio del juez y del fiscal, Horacio Quinteros, las pruebas aportadas no fueron suficientes.
En el allanamiento, la Policía encontró a dos de los sospechosos con manchas de sangre en sus prendas y zapatillas, y sus rostros lastimados. “No le tengo miedo a la marcha”, declaró el juez, que hoy convocará a la víctima del abuso sexual para una rueda de reconocimiento.
El viernes 21 la División Criminalística de Caleta Olivia dio a conocer los identikits de los violadores de la mujer y asesinos de su hijo de 4 años, en Puerto Deseado.
Los retratos fueron elaborados en base al relato de la víctima, María Mercedes, una turista salteña de 44 años, que se encuentra internada en el hospital local tras recibir varias pedradas en la cabeza.
Los voceros del Ministerio de Seguridad habían asegurado que los rasgos de ambos aprehendidos coincidían con los identikits, aunque se continuaba recabando prueba para avanzar en la investigación.