El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, supervisó este lunes la quema de 1750 kilos de droga que fueron incautados en distintos procedimientos realizados en todo el territorio y acumula, desde el inicio de la gestión, 24 toneladas de estupefacientes incinerados.
La desintegración de los narcóticos se realizó en el cementerio municipal de Lomas de Zamora, donde se quemaron más de 1600 kilos de y 100 kilos de cocaína. «La droga es nuestro enemigo, esa es la premisa que mantenemos desde el momento que asumí, hace casi tres años», dijo Ritondo, al tiempo que aseguró que «con la quema, cumplimos con el último eslabón de la lucha contra el narcotráfico». Del total quemado, más de 20 kilos corresponden a distintos procedimientos llevados a cabo por la delegación Junín de la División Narcotráfico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
«Vamos a quemar lo incautado para que no intoxique más a nadie, porque cuando la droga entra a un hogar, lo destruye», expresó el ministro, que estuvo acompañado por jefe de la Policía, Fabián Perroni, y el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena. En ese sentido, finalizó: «Nuestro principal objetivo es sacar este veneno de la calle y poner a los narcotraficantes a disposición de la justicia».
Para la incineración, la cartera de Seguridad repitió la experiencia de la quema anterior, donde convocaron a la ciudadanía a través de redes sociales para que participen como testigos voluntarios.
En su gran mayoría, los operativos que permitieron el secuestro de los estupefacientes estuvieron encabezados por la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado y la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial. Asimismo, varios operativos fueron realizados por las Superintendencias Capital, AMBA Centro, AMBA Sur e Interior Centro.