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El viernes se conocerá la sentencia por el homicidio culposo de María Sol Medialdea y Miguel Colombo

Policiales

El próximo viernes 14 a las 12, se conocerá el veredicto por parte del Tribunal que actúa en este caso compuesto por los jueces Miguel Ángel Vilaseca, Esteban Melilli y Jorge Cóppola en el marco del juicio oral y público por la muerte de María Sol Medialdea (19) y Miguel Colombo (56), en un accidente de tránsito ocurrido alrededor de las 21, el 3 de marzo de 2016, siendo imputado David Quispe, de 29 años de edad, de nacionalidad boliviana.

Quispe, precisamente, dijo ante el Tribunal que él no conducía sino Freddy Huarcaya Cruz, una persona que no atestiguó en este juicio. Afirmó que él no había bebido alcohol, y que su compañero sí, cerveza, pero no demasiado.

PEDIDO DEL FISCAL: 10 AÑOS Y DOS MESES DE PRISION

El fiscal Daniel Nicolai consideró probado que el imputado estaba conduciendo por la ruta nacional 7, una camioneta Peugeot Partner, junto con Freddy Huarcaya, y que lo hacía sin licencia de conducir y en importante estado de ebriedad, en forma errática según testigos que declararon en esta causa, a más de 120 km/h de velocidad y al llegar al kilometro 232 invadió la vía contraria y chocó de frente otro vehículo, un Volkswagen Bora

Este vehículo VW Bora era guiado por Miguel Colombo, de 56 años de edad, acompañado por su esposa, Alejandra Orrico, su hija Delfina y dos amigas: Milagros y María Sol Medialdea, quienes provenientes de Capital Federal venían a Junín.

El fiscal afirmó que como consecuencia del accionar de Quispe, se produce la muerte de María Sol Medialdea y Miguel Colombo, sufriendo el resto de los ocupantes de los vehículos graves heridas, debiendo ser atendidos en un centro asistencial de Chacabuco.

El fiscal consideró que él condujo con alta peligrosidad por lo cual no puede considerarse el cometido un delito culposo y dejó de lado la acusación por la vía culposa, asegurando que era con dolo, teniendo en cuenta la cantidad de elementos que certificarían este accionar: por conducir sin carnet, por ir bebiendo en el mismo vehículo, con avances a la mano contraria, desoyendo las señales de advertencia que le hacían otros conductores y principalmente, que él sabía del riesgo de dicho accionar y de las probables consecuencias.

Por lo expuesto, solicitó la pena de 10 años y dos meses de prisión, e inhabilitación absoluta.

“La investigación no ha sido fácil – afirmó Nicolai durante su alegato- puesto que otras personas desde el mismo Estado han tenido una conducta deleznable, por una suma de dinero encubrieron este delito”.

En este punto cabe mencionar que el fiscal dijo que se le extrajeron tres tubos de sangre a David Quispe y uno a Freddy, sin embargo la pericia dio que esa sangre analizada no era del imputado: la pericia dio negativa. Para cometer ese delito, los investigados (entre ellos médicos y policías) habrían recibido unos 40 mil pesos por parte del hermano de David Quispe, cuyo nombre es José Ovidio Quispe.

DARIO DE CIERVO: «UNA PERSONALIDAD CUASI PSICOPATA»

Por su parte el doctor Darío De Ciervo, abogado de la familia Medialdea, acompañó la solicitud del fiscal ante el Tribunal.

“Hubo un hecho en medio de sucesos delictivos antes, durante y después del hecho investigado. No solamente mintió cuando ocurrió el hecho sino después, cuando dijo ante el Tribunal  que él no era quien conducía sino su compañero Freddy Huarcaya Cruz”, dijo el abogado.

Para De Ciervo el imputado estaba consciente cuando estaba en el hospital y le preguntaban quién conducía o cuando ocurrieron los episodios que derivaron en el cambio de la sangre.

Calificó a su personalidad como “cuasi psicópata”, porque no le importaban las consecuencias de su accionar y que sabía de la intención de modificar las pruebas de sangre.

Apuntó que hubo en esta causa una “sucesión de complicidades y encubrimientos de mucha gravedad”.

Más allá de adherir a la posición del fiscal Nicolai, de considerar este hecho como Homicidio simple con dolo eventual, en caso de que el Tribunal lo considere como Homicidio Culposo, el doctor De Ciervo pidió que sea agravado, Art. 84 segundo párrafo, y que se le imponga a David Quispe una pena de cinco años de prisión a cumplir; y que si no se le ordenara detención inmediata, que no se le permita salir del país.

PARA LA DEFENSA NO ESTA PROBADA LA CULPABILIDAD DE QUISPE

Los abogados defensores Cichero y Del Negro (provenientes de Capital Federal) afirmaron que el hecho es claramente culposo, pero consideraron no probada la autoría de Quispe, es decir, que no estaba probado que él fuera la persona que conducía el vehículo que chocó de frente al auto de Colombo y pidieron su libre absolución.

“Si erróneamente se considera que él conducía, debe ser condenado por delito culposo y continuar en libertad como hasta ahora”, afirmaron.

Al respecto Cichero señaló las contradicciones que hubo en declaraciones de bomberos en cuanto a que no sabían quién era quién, habiendo dudas en cuanto a saber quién conducía desde un principio.

En lo que es consumo de alcohol, tras la comprobación de que hubo un cambio de sangre, de que la sangre peritada no era de David Quispe, señalaron que no se pudo determinar este consumo.

“Es arbitrario considerar que David tenía igual consumo de alcohol que Freddy (1,93 gramos por litro)” y que no podía afirmarse por testimonios de aquellos que dijeron sentir olor a alcohol (en el interior del vehículo) o aliento etílico en los ocupantes del vehículo si no sabían quién era quien. “Hay en todo casos dudas”, afirmó el doctor Cichero.

Respecto a los testimonios sobre la conducción antirreglamentaria de la Partner, dijo que además de ser algunos contradictorios no se podía determinar quién conducía el vehículo en el momento del siniestro, si David o Freddy. “Al momento del hecho no sabemos cómo iba conduciendo”, apuntó para agregar que “por pericias no se pudo determinar la velocidad del vehículo”.

El abogado justificó los olvidos de Quispe por cuanto él había sufrido graves traumatismos de cráneo.

Afirmó que no estaba probada la autoría, que había solo presunciones, hechos que en derecho penal se evalúan a favor del imputado. Que el dolo eventual aludido por la fiscalía no se podía aplicar, por una referencia a lo que denominaba “clamor social”, sino que debían atenerse al ordenamiento legal, que aplicar este parecer era “violar los principios de legalidad”.

Señaló las propias apreciaciones de la acusación cuando dijo que había “una delgada línea” entre ambas posiciones.

“Ellos reconocieron la dificultad para colocar la conducta de forma clara en el dolo eventual. Lo que queda claro es que el hecho es culposo”, afirmó el abogado defensor.

Afirmó que no había riesgo de fuga del imputado, que siempre se había presentado a comparecer cuando se lo había citado, por lo cual no daba que Quispe fuera detenido, quien además no tenía antecedentes penales.

Aseguraron que el cambio de sangre no fue para proteger al imputado, que su hermano José Ovidio Quispe, dueño de la camioneta que manejaba David y que habría sido asesorado por otro abogado de hacer el cambio de sangre, que habría sido no por David sino por un tema del seguro del vehículo protagonista del siniestro.

“Los funcionarios del Estado, no tienen que ser controlados por los particulares, sino por quien corresponda. En todo caso, que sea el Estado quien investigue el hecho y se culpe a los responsables”, afirmó, al referirse a este gravísimo ilícito que derivó en que no se pueda afirmar fehacientemente la presencia de alcohol en sangre, del conductor de la camioneta.

La tragedia vial que se investigó es la que el 3 de marzo de 2016 le costó la vida a los juninenses Miguel Ángel Colombo y María Sol Medialdea.

EL CASO

La primera audiencia fue extensa ya que finalizó pasadas las 20:10. De los 66 testigos establecidos, prestaron testimonio 22.

El Dr. Daniel Nicolai, titular de la UFIJ 12 que funciona en la ciudad de Chacabuco, quien instruyó la causa, a la hora de trazar los lineamientos del juicio destacó que demostraría a lo largo del debate, que “la Peugeot Partner era conducida por David Quispe Viza, cuando en la Ruta 7, km. 232, de manera anti reglamentaria, sin licencia, alcoholizado y a velocidad excesiva”, protagoniza el incidente vial que se cobró la vida de Miguel Ángel Colombo y María Sol Medialdea, dejando a tres mujeres con heridas de gravedad, Delfina Colombo, Milagros Medialdea y María Alejandra Orrico.

Destacó el fiscal que “por varios kilómetros fue llamando la atención de otros conductores y les advirtieron” lo que venía sucediendo.

En cuanto a la maniobra que termina en tragedia, Nicolai reiteró que la Partner “venía haciendo zigzag y superando la máxima permitida que es de 80 km. por hora, cuando impacta en forma frontal con el VW Bora “sin darle posibilidad de reacción al conductor”.

Por su parte, el representante del particular damnificado, Dr. Darío De Ciervo, adhirió a los lineamientos del fiscal reforzando al referirse al conductor de la Peugeot Partner, quien se trasladaba “a velocidad, ebrio poniendo en evidencia una conducta temeraria e imprudente”.

Luego fue el turno del abogado defensor del imputado, Dr. Germán Cichero, para quien “no se ha acreditado que en el momento del accidente conducía David Quispe. Entendemos que era Fredy –Huarcaya-. Y que eventualmente fue culposo y no con dolo eventual”.

LOS TESTIGOS

Los primeros testimonios volcados durante el debate fueron los de María Beatríz Martino –incorporado por lectura ya que se encuentra fuera del país-, su hijo, Valentín Lamadrid y Diego Adrián Grecco.

Los tres relatos estuvieron orientados a demostrar –desde la fiscalía y representante del particular damnificado-, en qué condiciones circulaba la Peugeot Partner, entre el peaje de Ruta Nacional 7 y el lugar del siniestro, a la altura del kilómetro 232,5, aquel 3 de marzo de 2016.

Coincidentes fueron los testigos que hicieron referencia a las maniobras zigzagueantes, la alta velocidad, las oportunidades en las que no se desató una tragedia en inmediaciones de la planta Nidera o metros después de La Agraria.

Tanto Lamadrid como Grecco pudieron aportar datos respecto de las características físicas de los ocupantes del utilitario “eran de otra nacionalidad”, o bien, “tenían las características de ciudadanos bolivianos”.

Si bien intentaron algunos de ellos, dar aviso a personal policial respecto de lo peligroso de la situación, nadie pudo hacerlo. Grecco, por ejemplo, no tenía batería en su celular y cuando pasó por Seguridad Vial, no había ningún efectivo en la ruta.

Alejandro Isidro, fue el primer automovilista en llegar al lugar del choque. “Paramos. Me bajé. Estaba descalzo. Me arrimé primero al auto, nadie me contestaba, veo a un hombre de pelo blanco y atrás a dos chicas que me decían que las ayude. No me atrevía a tocarlas. Después me acerqué a la Peugeot Partner”.

Por la oscuridad y al no poder distinguir bien, “pregunté cuántos eran. Me dijeron veinte”.

Tras ver la gravedad de la situación quiso pedir ayuda pero “los teléfonos celulares no recibían señal” por lo que volvió a su automóvil y trató de correrse hasta poder llamar y comunicar lo que había sucedido.

La asistencia medica

El Dr. Fabián Molina – médico de guardia del Hospital Nuestra Señora del Carmen-, fue el primer profesional que llegó con una ambulancia. “Para asistir a las víctimas éramos tres médicos y dos paramédicos”.

Coincidieron los profesionales de la salud en la presencia de alcohol en los ocupantes de la Partner. “Aliento etílico en quien dijo llamarse David, y dejamos constancia en las actas.

Respecto de quien es el único imputado en la causa, el Dr. Molina refirió que presentaba fractura de miembro inferior izquierdo y traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento.

La Dra. Carla Muzzioli, por su parte, recordó que ella trasladó “a una de las adolescentes”.

Vanesa Velazco, enfermera de la guardia del HIGA, no solo acompañó el traslado de otro de los ocupantes de la Peugeot sino que además fue quien extrajo sangre a los accidentados, para los servicios de Hemoterapia, Laboratorio y Policía.

El “olor a alcohol” de Fredy, “el que traje yo, inundó la sala de emergencias y recordó que los ciudadanos bolivianos “no querían hablar con los uniformados y entonces me pidieron ayuda para ver si me decían algo. Entonces fui a la terapia, les pregunté y allí dijeron como se llamaban. Reconocieron haber consumido tres o cuatro cervezas. Fredy llevaba mucho dinero y tres teléfonos celulares. Le entregué todo al director del Hospital”.

Lorena Colaneri, subteniente de Policía fue otra de las testigos que participó del debate oral y habló de un punto que toma especial trascendencia y está relacionado con la cadena de custodia de la sangre extraída a los accidentados. “Me la entregaron en el hospital y la acerqué a la comisaría para dársela directamente al titular del destacamento de O´Higgins, subcomisario Claudio José. Estaban en un sobre cerrado. Había dos tubos a nombre de José Oviedo Quispe”.

Cabe acotar que en ningún momento a lo largo de la extensa jornada, se pudo demostrar la presencia de José Oviedo Quispe en el hecho investigado, menos aún como ocupante del rodado.

Se fueron sucediendo otros testimonios. El del primer efectivo policial en acercarse a la Ruta 7, Marcos Fava; Joaquín Alfonso Martirén, viajero que ayudó a socorrer a las víctimas; del oficial de servicio de la Comisaría de Chacabuco Pablo Forte, quien prestó colaboración por pedido del subcomisario José y tomó declaración a Quispe y Huarcaya, quienes “no colaboraban mucho. Cuando quise saber quiénes eran, no hablaban, se tapaban las caras con las sábanas. Mucho más no pude hacer”.

Laura Estela Forcado –empleada de la tienda de David Quispe – no sólo no aportó demasiada información sino que además se contradijo respecto de la declaración prestada en la causa. El presidente del Tribunal, Dr. Miguel Vilaseca debió recordarle en reiteradas oportunidades que en calidad de testigo debía decir la verdad. Poco pudo agregar.

Bomberos de O´Higgins

La actuación de los bomberos voluntarios de O´Higgins que desfilaron ante el Tribunal resultó de importancia para ubicar en el lugar del conductor del utilitario, al imputado.

Fueron Mauricio Blaiotta, Sergio Palleros, Daniel Galván, Silvio Agüero, Daniel Braggio,

Pericia accidentológica

Los peritos Leandro Durán y Eduardo Ruíz fueron quienes realizaron las pericias accidentológica y planimétrica.

En ellas se pudo determinar que la Peugeot Partner invadió la mano contraria e impactó contra el rodado conducido por el juninense Miguel Ángel Colombo. Se ve el “punto de arrastre”.

No pudo determinarse la velocidad de los rodados ya que no existieron marcas de frenadas. Y finalmente, prestó testimonio Irene Choqueticlla, mujer del imputado David Quispe.

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