La policía militar secuestró la droga cuando controló un coche fúnebre en el estado de Goiás, Brasil. «Toda crisis es una oportunidad», dice el refrán, y el crimen organizado nunca escatima esfuerzos para aplicarlo. En medio de la pandemia de coronavirus, que golpea con fuerza a Brasil, la Policía Militar del estado de Goiás incautó 300 kilos de marihuana escondida en dos ataúdes de supuestas víctimas de COVID-19.
El caso fue descubierto durante un control de rutina a un coche fúnebre el lunes por la noche en la ruta federal BR-060. Ante el nerviosismo del conductor, que alegó que trasladaba a dos muertos por coronavirus, los agentes le pidieron la documentación necesaria para el transporte de cuerpos.
Como el hombre de 22 años dijo que no tenía los papeles, los policías decidieron abrir los féretros que estaban sellados y envueltos con un plástico protector, indicaron las autoridades en un comunicado.
Según los agentes, la droga había salido de la ciudad de Ponta Porá, en el estado de Mato Grosso do Sul y fronteriza con Paraguay, y tenía como destino Goiania, la capital de Goiás.
El conductor del vehículo, cuya identidad no fue divulgada, fue detenido, mientras que la marihuana confiscada fue remitida a una comisaría del municipio de Jataí.
Brasil, el segundo país más afectado del mundo por el nuevo coronavirus y este martes supero los 45.000 muertos y 923.000 casos confirmados, según datos del Ministerio de Salud.
Pese a que la pandemia sigue en aumento, el país inició una reapertura gradual de las actividades que habían sido suspendidas por las cuarentenas y medidas de aislamiento social.