Hace tres semanas atrás, se conoció que un argentino había llegado a 5,50 en el test de alcoholemia y con ese número habíoa conseguido romper el récord mundial. Sin embargo, este domingo un joven neuquino lo superó en un nuevo episodio de imprudencia al volante: manejaba con 5,79 gramos de alcohol en sangre.
El conductor iba a alta velocidad, chocó y cayó con su auto a un canal de desagüe. Según lo que trascendió, sufrió heridas leves y se negó a recibir ayuda de los oficiales.