Fernando Pérez Algaba llevaba una vida entre Miami y Puerto Madero, pero su último negocio registraba deudas. Había sido denunciado por estafa y sus acreedores lo perseguían en Tribunales. “Hola mamá” y la voz robótica de una extraña despedida
Los curiosos se lanzaron a la cuenta de Instagram de Fernando Pérez Algaba luego de que la Superintendencia de Policía Científica de la Bonaerense confirmara la identidad de su cadáver descuartizado y hallado dentro de una valija en el Arroyo Rey de Ingeniero Budge. “Vengo a hacer mi investigación en los comentarios”, posteó uno. “Yo por el chusmerío”, le replicó. Para las 9:30 de hoy miércoles, la cuenta había superado los 915 mil seguidores.
Su perfil funcionaba como una suerte de mapa de la vida pública de Algaba, alias “Lechuga”. Posteaba frases inspiracionales como “dime de qué alardeas y te diré de qué careces”, “la vida no te debe nada” y “quien tiene magia no necesita trucos”, las expresiones de cabecera en su bio. Posteaba a veces desde Miami o Puerto Madero, haciendo ronronear autos de altísima gama, en fiestas de playa o en jet ski con amigos. Se había hecho relativamente célebre por golpear a un agente de tránsito en Mar del Plata en 2022, lo que sumó un poco de controversia a su personaje público. Pero sus últimos posts, que había adherido con un pin a su muro, fueron un poco más inquietantes.
“Para vos que te gusta jugar al poli ladrón (CULO ROTO), seguí alardeando que el de arriba las ve todas”, escribió hace una semana. Luego, envió un mensaje con una voz robótica, con acento español, que dice: “Hola mamá, necesitaba ordenar mi cabeza como siempre. Y desde aquí me estoy dando cuenta de dos cosas: que de los problemas no podemos escapar y que los problemas nos van a seguir”.
Pérez Algaba, de 41 años, con un domicilio fiscal registrado en un departamento de la calle Arias en Castelar, decía ser empresario y trader, alardeaba tener cierto éxito en criptomonedas. Había registrado varias sociedades por escribanía en los últimos años, una, por ejemplo, dedicada al rubro de peluquería en los papeles, que no tenía ni siquiera un número de CUIT. En 2018, registró Motors Lettuce SRL, la traducción en inglés de su apodo, en teoría dedicada al negocio automotor, fundada junto a un hombre de su familia. En 2019, se convirtió en director suplente de Cegepa SA.
En 2021, Cegepa fue denunciada por estafa, con una causa radicada en el Juzgado N°3 porteño. “Lechuga” estuvo entre los imputados. El denunciante fue un jubilado de Quilmes. La causa terminó archivada, sin elevación a juicio, según confirmaron fuentes judiciales.
Motors Lettuce, por otra parte, registraba deudas. En el Banco Central figuran deudas por 929 mil pesos en cheques sin fondo vinculados a Pérez Algabo. Su perfil registra además una deuda de larga data de 1,2 millones de pesos a un importante banco y a una entidad de microcréditos.
Sus acreedores lo persiguieron en los últimos años con demandas en su contra por cobro ejecutivo. Un conocido vendedor de autos de alta gama le inició un expediente en el Juzgado Comercial N°16 en 2021 por un cheque rebotado de 5 mil dólares, escrito por Pérez Algaba el 24 de febrero de 2020, al filo de la pandemia. La dirección que “Lechuga” reconocía como propia en el cheque era un departamento en el piso 20 del Alvear Tower, uno de los edificios más lujosos de Puerto Madero.
Sin embargo, entre este tipo de deudas y terminar descuartizado en una valija en Ingeniero Budge hay un abismo.
Tras la confirmación de la identidad del cadáver, el fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la UFI N°5 de Lomas de Zamora, allanó el departamento de Pérez Algaba. Sin embargo, no encontró elementos de valor para la causa. En Ingeniero Budge, una mujer trans fue aprehendida por robar la valija donde se encontró el cadáver el domingo pasado. Por el momento, no se la vincula con el crimen.