Dos ecosondas, una española y otra de Gendarmería Nacional, serán incorporadas en las próximas horas a la búsqueda del avión Mitsubishi matrícula LV-MCV, que se realiza desde el lunes 24 de julio, tras su desaparición poco después de la partida desde el Aeropuerto de San Fernando, informaron hoy fuentes vinculadas al operativo.
Uno de las herramientas de búsqueda, cuyo nombre técnico es sonar, pertenece a Gendarmería Nacional y se sumará a los que ya están en actividad dentro del operativo a cargo de Prefectura Naval.
El otro, que llegará mañana desde España y será instalado en uno de los buques destinados a la búsqueda de la aeronave, es un sonar de alta precisión utilizado para la búsqueda en alta mar que tiene la capacidad de buscar aún 20 metros por debajo del lecho, en este caso del río.
Un técnico español arribará al país junto al aparato y será el encargado de su operación, la cual estará disponible, se estima, a partir del domingo.
Una de las áreas de búsqueda diagramadas será la del río Uruguay, en su desembocadura con el Río de La Plata, una extensa área de agua, con fuertes correntadas y gran profundidad, señaló la fuente.
En tanto las condiciones climáticas adversas complicaron hoy la reanudación de la búsqueda de la aeronave. La pesquisa se efectúa bajo la coordinación del Centro de Operaciones de Búsqueda, comandado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Desde el comienzo de la búsqueda se han rastrillado por aire más de 310.00 km2 y las actividades se desarrollaron por aire, agua y tierra sin que las mismas hayan arrojado resultados positivos.
Además del rastrillaje con aeronaves, personal del centro de operaciones de búsqueda continúo examinando las imágenes digitales generadas por los drones que volaron y fotografiaron distintas zonas.
Pese al mal tiempo, sí se pudo continuar hoy el rastrillaje por agua que se lleva adelante con 18 patrullas de reconocimiento de Prefectura Naval Argentina, Armada Argentina y Armada uruguaya, en un operativo que demandó ya recorridas por más de 17.000 km.
En tanto por tierra se desplegaron equipos tácticos terrestres que volvieron a patrullar las zonas y nuevamente tomar contacto con los pobladores para seguir aportando información a la búsqueda.
Las mismas fuentes sostuvieron que “seguirán buscando a la aeronave, aunque no haya aún un indicio concreto de dónde pueda estar” y citó como ejemplo lo ocurrido el 6 de junio del 2012 cuando un avión Fairchild Metro III de la aerolínea Air Class, matrícula CX-LAS, cayó en aguas del Río de la Plata y fue hallado un mes después.
En ese caso ocurrido en 2012, el avión de Air Class despegó desde el Aeropuerto Internacional de Carrasco, en Canelones, Uruguay, con destino al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, Argentina, a las 19.45 del 6 de junio y a las 20 el Control de Tráfico Aéreo de Carrasco informó que se había perdido todo tipo de comunicación con la aeronave, además de haber desaparecido la posición de la misma de las pantallas de los radares.
En el último contacto que se tuvo con la aeronave, la misma volaba al suroeste de la Isla de Flores. En el avión se encontraban el piloto, Walter Rigo (63 años) y el copiloto, Martín Riva (34 años), sin ningún otro ocupante, debido a que era una frecuencia diaria de envío de correo internacional de la empresa DHL.
La Fuerza Aérea Uruguaya, la Armada y ADES realizaron la búsqueda de la aeronave sobre la costa uruguaya. Aún se desconocen los motivos del accidente.
Recién el jueves 20 de julio los restos del avión fueron encontrados a una milla al sur de la Isla de Flores. Se estima que el avión habría amerizado lo que provocó que la estructura no se viera afectada, los cuerpos de los pilotos nunca fueron encontrados.