Un abuso sexual conmocionó en las últimas horas a los vecinos de la ciudad de Añatuya, en Santiago del Estero. Dos chicos de 7 y 11 años fueron acusados de haber violado a un amigo de su misma edad con un palo de escoba y dijeron que se había tratado de un juego.
La víctima, un nene de siete, volvió corriendo a su casa y todavía en shock le contó a sus padres el ataque.
A pesar de que los menores acusados se refirieron a un «simple juego» para justificar la agresión, los profesionales que colaboraron en la causa rechazaron sus declaraciones y aseguraron que es «imposible que se haya tratado de un accidente», publicó El Liberal.
Por otra parte, Andrea Darwich, la fiscal a cargo de la investigación, también tomó en cuenta la opinión de los funcionarios de la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia que intervinieron en el caso. Ellos manifestaron que la víctima era violenta.
Mientras todos los involucrados reciben asistencia psicológica, la jueza Gladys Liliana Lami pidió investigar a fondo en entorno de los dos agresores al considerar que su comportamiento podría ser producto de «una influencia tóxica de la familia» o haber imitado algo que vieron en sus casas