La policía de Santa Fe llegó este martes a una casa de la ciudad de Coronda respondiendo a un llamado por un caso de violencia de género. La escena con la que se encontraron parecía salida de una película de terror. La madre de la víctima los estaba esperando con la oreja de su hija en la mano.
Horas después, la jueza Rosana Carrara dictó la prisión preventiva para Raúl Ojeda, imputado por «lesiones dolosas graves calificadas», mientras la víctima permanece internada en el Hospital Cullen donde la operaron de urgencia.
El testimonio de la mujer fue clave para reconstruir las horas previas al salvaje ataque que sufrió su hija. Según contó, ambos se habían puesto de novios unos seis meses atrás y en ese tiempo más de una vez tuvo que llamar a la policía «para que se lo llevara» pero nunca quiso denunciarlo formalmente.
El acusado se mudó a la casa de la familia de la chica apenas iniciaron la relación, pero la noche anterior al hecho la había pasado afuera. Al volver, los jóvenes tuvieron una discusión y fue en medio de esa pelea que de una mordida le arrancó la oreja a su novia.
El relato de ese momento, que fue replicado por El Litoral, es estremecedor. «Entro rápido, le pego una patada a la puerta porque estaba cerrada y veo que Raúl la tenía del cuello a mi hija y mi hija gritaba ‘¡mami, me arrancó la oreja!», contó. Mientras el padre de la víctima retenía a su yerno, la madre hizo el llamado a la policía.
«Le causó una deformación permanente en el rostro. Ella sigue internada viendo cómo reacciona el implante», comunicó en las últimas horas el fiscal a cargo del caso, y remarcó que «es irrelevante que la víctima pueda cubrirla con cabellos o hacerla desaparecer mediante cirugía estética».
«En este momento no puedo hablar, me encuentro muy angustiada y no puedo dejar de llorar», fueron las únicas palabras de la víctima ante la Justicia, y esto fue determinante a la hora de decidir el pedido de prisión preventiva para el imputado.
En tanto, la defensa a cargo de la abogada Virginia Balanda propuso medidas alternativas a la prisión preventiva, entre ellas la asistencia a un taller de reeducación emocional. Finalmente, la jueza Carrara dio por acreditado el hecho y acertada la calificación legal, por lo que dictó la preventiva para Ojeda ya que «se presenta como necesaria y proporcional» al daño que le causó a su pareja.
Además, ordenó que el imputado se someta tanto a un programa que lo asista para superar sus adicciones y, en línea con lo propuesto por la defensora, a un tratamiento vinculado a la violencia de género.
Tras su detención, se supo que Ojeda ya había sido condenado antes por «lesiones dolosas graves en concurso real con amenazas calificadas por el uso de arma de fuego» a tres años de prisión condicional el 11 de marzo de este año. En esa oportunidad, las lesiones se las provocó a un motociclista, a quien le cortó un dedo.