El intendente de Pehuajó explicó por qué decidió mandar a Feinmann a la c*ncha de su hermana

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Ni el Chino Maidana contra Mayweather, ni River y Boca en un cruce de libertadores, ni un Argentino contra Ciclista de sus mejores épocas… Con casi todas las actividades en stop a causa de la cuarentena a la que nos hemos sometido, dicen que voluntariamente, de todas maneras tuvo lugar un choque épico, de esos que quedan en la historia.

Pasó en Radio Rivadavia y los protagonistas fueron Eduardo Feinmann, conductor del programa, y Pablo Zurro, intendente de Pehuajó por el Frente de Todos.

«Mire intendente, yo le puedo permitir cualquier cosa. Pero decirme gorila a mí yo no se lo voy a permitir. Porque a usted no le gustaría que yo le dija zurdito de mierda. ¿Fue elegido para traer médicos cubanos?», lo avanzó Feinmann en el momento más caliente de la charla.

Y Zurro no se quedó atrás: «Fui elegido para cubrir las necesidades de mi gente. Y a parte le digo otra cosa. Si fue un pedido de Cristina Kirchner lo voy a seguir a muerte, porque es mi líder», replicó.

El contragolpe del periodista terminaría de enfurecer al intendente: «Su líder es la jefa de la banda. Y el procesado ministro de Salud…», comenzó a decir Feinmann. Pero Zurro lo frenó con vehemencia, poniendo fin al diálogo: «Usted no es respetuoso. La jefa de la banda no. Andate a la concha de tu hermana, Feinmann».

Al día siguiente, con un video bien caserito que compartió en sus redes sociales, Pablo Zurro justificó todas y cada una de las palabras que le soltó al periodista.

«Dada la repercusión que ha tomado en medios nacionales la entrevista que me han hecho hacer desde una radio, le tengo que decir a todo el mundo que lo mío es un avance democrático. Cuando un periodista orientado saca del tema y agrede todo lo que nosotros creemos, a una persona que fue elegida cuatro veces por el pueblo, tenemos la posibilidad, le digo a todos los dirigentes del país, de cortarle y de decirle lo que nos parece», comenzó diciendo.

Y concluyó: «Tenemos que terminar con esas agresiones del periodismo amarillista que se nos quedan con el micrófono y dicen cualquier cosa. Estoy muy orgulloso de lo que hice y lo planteo para todos los dirigentes del país, de todos los partidos políticos, como un avance democrático. Poder decir y expresar lo que queremos sin ser sometidos a lo que ellos nos someten».

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