Javier Milei celebró con un asado en Olivos junto a los diputados que frenaron la recomposición jubilatoria

El presidente Javier Milei organizó un asado en la quinta de Olivos para agradecer a los diputados que apoyaron el veto a la ley de movilidad jubilatoria. Los comensales, que pagaron $20 mil por la cena, incluyeron legisladores de su partido y aliados, mientras afuera un grupo de jubilados protestaba.

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Javier Milei, presidente de Argentina, organizó un asado este martes por la noche en la quinta de Olivos para celebrar con los “87 héroes”, como él los denominó, que apoyaron el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. Este veto busca, según el Gobierno, garantizar el equilibrio fiscal y frenar el déficit.

El evento, que generó reacciones tanto dentro como fuera de la quinta, contó con la participación de diputados de La Libertad Avanza (LLA), el PRO, el MID y un radical, entre otros partidos provinciales. En total, unos 40 comensales se reunieron en torno a una mesa en «U» en el quincho presidencial, donde disfrutaron de un menú sencillo, que incluyó cortes de carne como vacío, pollo, chorizo y morcilla, acompañados de ensaladas y una copa de vino.

Cada invitado tuvo que abonar $20 mil por su plato, un detalle que generó debate en las redes sociales y entre opositores, quienes criticaron la celebración en medio de la difícil situación económica que atraviesan los jubilados. Fuentes cercanas al evento aclararon que el dinero recaudado iría a las arcas de la Secretaría General de la Presidencia, replicando una práctica que, según el chef Dante Liporace, ya se implementaba durante el mandato de Mauricio Macri.

El presidente Milei ofreció un breve discurso de cuatro minutos, en el que agradeció a los diputados por su apoyo a una de las políticas clave de su administración: la lucha contra el déficit fiscal. «Gracias por defender la Argentina y por ayudarnos a lograr la meta del déficit cero», expresó Milei. No obstante, la velada estuvo marcada por la tensión, ya que fuera de la quinta de Olivos un grupo de jubilados protestaba con cacerolas, denunciando la medida como una «provocación».

Entre los asistentes destacados se encontraban el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el asesor presidencial, Santiago Caputo; y el vocero Manuel Adorni. El diputado Damián Arabia, del ala de Patricia Bullrich, se presentó con una ensalada de papa y huevo como gesto de cortesía, ya que, según él, “no era correcto llegar con las manos vacías”. Sin embargo, se bromeó con la falta de papas fritas en el menú, un plato que el propio Milei confesó no tolerar.

La ausencia de varios diputados radicales, que en su momento apoyaron el veto en el Congreso, también fue notable. De los cinco radicales que inicialmente apoyaron la medida, solo asistió el tucumano Mariano Campero, mientras que otros, como Luis Picat y Michel Tournier, se excusaron por compromisos previos.

La cena, sin embargo, no pasó desapercibida en el Congreso. Durante un tenso intercambio en la Cámara Baja, la diputada Agustina Propato (Unión por la Patria) criticó a su colega Silvia Lospennato (PRO), insinuando la conexión de algunos diputados con el evento en Olivos. Lospennato, en respuesta, defendió su derecho a cenar con quien desee, desestimando las insinuaciones de su contraparte.

El asado en Olivos fue tanto una celebración como un símbolo del enfoque económico de la administración Milei, que sigue generando debates dentro y fuera del ámbito político.

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