El presidente Javier Milei expresó su compromiso con mejorar la calificación crediticia de Argentina para atraer inversores globales. Durante el Foro Económico de Buenos Aires, destacó que el país busca volver a ser un mercado emergente y alcanzar el grado de inversión. ¿Qué implica esta estrategia y qué reformas serían necesarias para lograrlo?
Milei apuesta a que Argentina sea mercado emergente o grado de inversión: qué significa y los desafíos por delante
El presidente Javier Milei adelantó en el Foro Económico de Buenos Aires su intención de trabajar para mejorar la calificación crediticia de Argentina. Según el mandatario, el objetivo es que el país recupere su estatus de mercado emergente y, eventualmente, aspire al grado de inversión. Estos cambios, afirmó Milei, atraerían grandes flujos de capital hacia la economía nacional.
“Producto del esfuerzo de todos los argentinos, duplicamos el valor de nuestros bonos y redujimos el riesgo país de 3.000 puntos a menos de 1.100. Vamos a seguir trabajando para bajarlo aún más y lograr que Argentina vuelva a ser un mercado emergente. Estoy firmemente comprometido con alcanzar, en algún momento de nuestra gestión, el grado de inversión”, aseguró Milei.
¿Qué significa ser un mercado emergente?
Actualmente, Argentina es considerada un mercado «standalone» por la empresa MSCI, lo que significa que no está incluida ni en su índice de mercados emergentes ni en el de mercados fronterizos. Para ingresar al grupo de países emergentes, el país debería subir dos niveles, un desafío importante tras perder dicha clasificación en 2021, luego de la reimposición del cepo cambiario y el default de la deuda en 2019.
Gustavo Neffa, analista de Research for Traders, explicó que para que Argentina recupere su estatus de mercado emergente, es necesario un mercado de capitales más desarrollado, con acciones líquidas y sin controles de cambio. «La apertura del cepo es un requisito indispensable», enfatizó.
El grado de inversión, un objetivo más lejano
Además de ser mercado emergente, el presidente Milei apuntó a alcanzar el grado de inversión, una categoría otorgada por las calificadoras de riesgo cuando los bonos de un país son considerados sólidos y seguros. Actualmente, Argentina está lejos de esa meta, con calificaciones crediticias muy bajas: «Ca» según Moody’s, «CC» según Fitch, y «CCC» según S&P. Para llegar al grado de inversión, el país debería mejorar su calificación en tres o cuatro niveles.
«Argentina está en el subsuelo en términos de calificación crediticia», comentó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen. Sin embargo, destacó que la mejora gradual es posible: «Primero debe volver a ser emergente, y luego aspirar a ser grado de inversión».
¿Por qué es importante?
El acceso a la calificación de mercado emergente o grado de inversión generaría una gran entrada de capitales, ya que muchos fondos globales están obligados a invertir en bonos de estas categorías. Esto permitiría al gobierno financiarse a tasas más bajas y a plazos más largos, lo que beneficiaría la estabilidad económica del país.
Gustavo Neffa agregó: «Paraguay lo hizo y se financia al 2050 con una tasa del 6%. Argentina está lejos de esa situación, pero es positivo que el gobierno lo plantee como un objetivo a futuro».
Sin embargo, según Martín Polo, aún quedan muchos desafíos por superar: «Faltan reservas, hay un control de cambios, la economía crece poco, y la deuda pública sigue siendo alta. Aunque los fundamentos están mejorando, Argentina debe persistir en las reformas para consolidar un mercado de capitales libre, reducir la inflación a niveles internacionales y estabilizar su situación fiscal».