Sectores del Ejecutivo cuestionan decisión de Villarruel respecto a incremento salarial de senadores, mientras desmienten ruptura con Milei
Tensión en el Gobierno por aumentos de sueldos en el Senado: ¿Desavenencias estratégicas?
La reciente aprobación del incremento salarial de los senadores argentinos ha avivado la desconfianza dentro del Gobierno, con señales de tensión entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y algunos sectores del Ejecutivo. El aumento, que eleva los sueldos a $7.200.000 en bruto, ha generado discrepancias internas y cuestionamientos sobre la estrategia política detrás de esta decisión.
Según fuentes de TN, aunque el senador Javier Milei evitó revivir la interna, su círculo cercano sugiere que Villarruel podría haber frenado la votación. «Tiene las herramientas para hacerlo y decidió que avance. Tiene posturas distintas al presidente y lo está dejando en evidencia», expresó un funcionario al medio.
Por su parte, desde el Ejecutivo se plantea la hipótesis de que Villarruel concedió el tratamiento del aumento salarial para mejorar las relaciones con los senadores y negociar desde una posición más favorable. El mismo día de la votación, se aprobó el pliego de embajadores propuesto por el oficialismo, lo que alimenta esta percepción.
En este contexto, se busca minimizar las diferencias entre Milei y Villarruel en la Casa Rosada y evitar que el aumento se extienda a la Cámara de Diputados, aunque se reconoce la facultad de esta cámara para hacerlo. Milei se comunicó con Villarruel después de la votación para expresar su posición y señaló en redes sociales: «Así se mueve la casta. Los únicos 7 que votaron en contra son los senadores de La Libertad Avanza… El 2025 será paliza histórica…”.
Mientras tanto, el ecosistema de redes del Gobierno respalda la posición del presidente y critica la postura del senador Martín Lousteau, buscando capitalizar los aumentos para fortalecer su discurso contra la «casta política». Villarruel niega internamente las versiones que circulan en la Casa Rosada y asegura que no pudo detener el aumento debido a las limitaciones del reglamento, atribuyendo la decisión a un acuerdo entre los jefes de bloque.
En medio de esta disputa, los funcionarios del presidente expresan desconfianza hacia Villarruel y buscan relegarla de la mesa de poder, argumentando que «hace su juego». Mientras tanto, Milei intenta mejorar su relación con la vicepresidenta, aunque persisten las tensiones en el seno del Gobierno.