El despido de 40 trabajadores durante este semana puso en evidencia la profunda crisis de empleo que atraviesa el municipio de Chacabuco, dónde los cesanteados decidieron manifestarse cortando parcialmente la ruta 7 para hacer escuchar su reclamo.
En lo que va del año ya son casi 400 los despidos en el sector pyme de ese distrito, en una situación motorizada por una fuerte caída en las ventas y el efecto de los tarifazos que determinó que muchas empresas debieran ajustar sus costos despidiendo empleados para mantenerse a flote.
“El comercio se deteriora cada vez más. Estos días hubo una cadena de pymes que ha cerrado. El parque industrial se ha convertido en un parque fantasma», manifestó el concejal Martín Carnaghi, del bloque de Unidad Ciudadana y recordó que en dos oportunidades la oposición intentó avanzar en el Concejo Deliberante con una emergencia tarifaria que fue rechazada por Cambiemos.
“El intendente Víctor Aiola está absolutamente identificado con el gobierno nacional y provincial. Él se pone la camiseta de Cambiemos y no la de Chacabuco», dijo el concejal y advirtió que es «muy difícil» para un despedido de una empresa local reconvertirse laboralmente por la escasa generación de empleo.
Mientras tanto los trabajadores cesanteados mantienen el estado de alerta y exigen respuestas a las autoridades locales que por el momento no tomaron cartas en el asunto, a pesar de que según las estimaciones, los despidos se irían acrecentando en las próximas semanas por la decisión de varias compañías de dejar de producir.
Carnaghi indicó además que «tuvimos un 2017 complicado, por los despidos y cierres de varias empresas grandes, además del cierre de comercios por la caída en las ventas. El problemas nuevo es el cierre de pequeñas empresas que también cierran porque no pueden sostener la situación».