El jefe de Gabinete, Marcos Peña, anticipó que el Gobierno impulsará «reformas laborales» después de las elecciones legislativas del 22 de octubre próximo, pero aclaró que se llevarán a cabo mediante el diálogo «sin etiquetas ideológicas».
«El desafío laboral requiere reformas pero no planteando etiquetas ideológicas que nos alejan de la realidad, sino mesas concretas de trabajo para generar más y mejores condiciones de trabajo para los argentinos», puntualizó.
Sostuvo que tras los próximos comicios «se viene una etapa muy desafiante», dado que la administración de Mauricio Macri debe «seguir trabajando en reformas en todos los planos».
Argentina es «parte de un mundo donde competimos y cada cosa que podamos hacer para mejorar la competitividad genera más trabajo y oportunidades», agregó.
Al participar de la Fiesta Nacional del Maíz en Chacabuco, en el marco de un «timbreo» de Cambiemos, el jefe de Gabinete destacó que «la economía el año que viene va a ser de expansión, crecimiento y más generación de trabajo y obra pública y menos inflación, lo que no quita que haya que seguir reformando para ir encausando una economía que tiene todavía muchísimos problemas».
Aseguró que el Gobierno «alejó cualquier fantasma en términos de miedo» porque «lo más duro ya quedó atrás y no hay un escenario en el horizonte de algo parecido a lo que vivimos el año pasado».
En declaraciones a radio Colonia, adelantó también que Cambiemos insistirá con el voto electrónico en 2018, porque hace falta «modernizar la forma en la que votamos».
«Este sistema de fiscales y boletas de papel es anacrónico, viejo y promueve la falta de transparencia y el abuso», puntualizó Peña.