El Gobierno provincial apartó a más de 4.700 policías bonaerenses durante los primeros 18 meses de gestión, al tiempo que inició más de 12 mil sumarios para investigar irregularidades en la fuerza.
Los datos, confirmados por el Ministerio de Seguridad bonaerense, dan cuenta de que desde diciembre de 2015 unos 4.747 uniformados (260 por mes) fueron separados de la Policía Bonaerense a raíz de diferentes irregularidades cometidas en el marco de sus funciones. De ese número, 390 fueron encarcelados.
Esta situación se deriva de la apertura de 12.300 sumarios administrativos por parte de Asuntos Internos, que revelan las más variadas irregularidades. Según las cifras que Seguridad actualiza quincenalmente, la mitad de los procesos fueron abiertos por sospechas de corrupción y un 15% por violencia de género.
En ese marco, se destacó que casi 900 uniformados son investigados por enriquecimiento ilícito, y 73 de ellos ya enfrentan procesos penales.
LOS CASOS MÁS RESONANTES
El caso paradigmático en materia de corrupción oficial ocurrió en la sede de la Departamental de La Plata, en donde se hallaron 35 sobres que contenían más de 150 mil pesos producto de la recaudación ilegal.
Semanas atrás, en tanto fue detenido al jefe de las Plantas Verificadoras de Automotores de la Policía Bonaerense, Alberto Miranda, a raíz de una investigación sobre estafas en la carga de combustible de patrulleros y otros mecanismos de recaudación ilegal.
Este último caso desencadenó la salida del entonces jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, fuertemente cuestionado por parte de la diputada nacional Elisa Carrió.
La semana pasada, en tanto, siete policías, entre ellos un comisario inspector, fueron detenidos por formar parte de una banda dedicada a la trata de mujeres. Otros dos oficiales fueron detenidos en el marco de una causa por narcotráfico, en procedimientos que incluyeron el allanamiento a una comisaría.
