En paralelo con los hechos ocurridos en el Congreso de la Nación, la Legislatura bonaerense vivió ayer una jornada escandalosa, con fuertes incidentes en las afueras del recinto y duros cruces verbales durante la sesión de diputados, que incluyó la irrupción de un intendente kirchnerista en el recinto, hecho por el que el propio jefe comunal y cuatro diputados fueron denunciados penalmente.
En medio del escándalo, diputados y senadores aprobaron la nueva ley de ministerios y otras iniciativas que forman parte del paquete de leyes que envió la gobernadora María Eugenia Vidal. Lo hizo en medio de un griterío generalizado, luego de que el kirchnerismo pidiera sin suerte suspender la sesión ante los hechos ocurridos en las afueras del palacio legislativo.
La sesión comenzó tensionada a raíz del reclamo de diferentes bloques del peronismo para repudiar los incidentes producidos en el Congreso de la Nación. Pero cuando el oficialismo comenzó a tratar el primer tema del orden (la emergencia en Seguridad y Servicio Penitenciario), el diputado del FIT, Guillermo Kane, advirtió que afuera del palacio se producía una represión contra trabajadores que se manifestaban por las reformas, por lo que desde varios espacios se pidió la suspensión del debate para interiorizarse sobre los incidentes.
El oficialismo intentó continuar con el debate, pero fuertes cruces de gritos e insultos entre los legisladores obligaron al titular del cuerpo, Manuel Mosca, a otorgar un cuarto intermedio. En ese momento ingresó al recinto un grupo de manifestantes encabezados por el intendente de Ensenada, el kirchnerista Mario Secco, quien minutos antes había arribado a la Legislatura a instancias de la jefa del bloque de Unidad Ciudadana, Florencia Saintout, y de Guillermo Kane.
Secco y sus militantes comenzaron a insultar a los diputados de Cambiemos, algunos de los cuales respondieron gritando “vayan a Ezeiza”, en referencia al complejo penitenciaron en la que se encuentran detenidos algunos exfuncionarios del anterior gobierno.
Antes de retirarse el grupo, el jefe comunal kirchnerista subió al estrado de presidencia, donde ya no se encontraba Mosca, y arrojó violentamente sobre el escritorio varias postas de goma que recogió de la represión ocurrida minutos antes.
Incidentes afueras
En las calles aledañas a la Legislatura, efectivos de Caballería e Infantería reprimieron a un grupo de manifestantes que protestaba contra el paquete de leyes de Vidal, y que horas antes había roto una reja de acceso al palacio legislativo.
A la movilización confluyeron los gremios ATE bonaerense, Cicop, AJB, Suteba, Udocba y La Bancaria. Reclamaron contra la reforma al sistema de retiro de los empleados del Bapro, y contra la posible modificación del régimen del IPS, que implicaría entre otras cosas una suba en la edad jubilatoria.
Aunque el origen de los incidentes no quedó claro (desde la seguridad del cuerpo indicaron que un grupo habría querido ingresar), las fuerzas policiales tiraron gases lacrimógenos y balas de goma, mientras la Caballería avanzó por las calles aledañas en pleno centro de La Plata sobre quienes protestaban. Del otro lado la respuesta fue con piedrazos.
Papelón adentro
Una vez que se calmaron los ánimos, Diputados reanudó la sesión, que rápidamente volvió a tomar temperatura. En medio de un cruce chicanas, el kirchnerismo insistió con su pedido de suspender el debate por votación “nominal”, pero ante la negativa de Mosca (que utilizó otra metodología) los legisladores se levantaron de sus bancas y permanecieron en el recinto, reclamando a los gritos la suspensión.
En ese marco, Cambiemos logró votar con el acompañamiento del bloque de intendentes del PJ y del massismo, una parte del paquete de leyes del Ejecutivo. Lo hizo en medio de un griterío que dificultaba incluso a los propios diputados seguir el hilo, lo que motivó al titular de la bancada massista, Rubén Eslaiman, a realizar una airada queja a la presidencia del cuerpo.
Una hora después, los proyectos girados al Senado fueron aprobados en minutos por ese cuerpo. El kichnerismo se ausentó del recinto al considerar que “no es posible sesionar en medio de una situación de violencia y represión”. Como en Diputados, Cambiemos se valió del apoyo del massismo y el PJ.