El gobernador electo, Axel Kicillof, se mostró preocupado por la situación de las cárceles bonaerenses y se hizo de eco de la huelga de hambre que llevan adelante reclusos de toda la provincia.
Tras reunirse con más de 60 intendentes en Esteban Echeverría y confirmar a su gabinete, el exministro de Economía dialogó con la prensa y se refirió a los conflictos que afronta el actual gobierno en distintas unidades penales.
Kicillof expresó su «preocupación por lo que pasa con el Servicio Penitenciario Bonaerense, en donde ha habido una interrupción de alimentos».
En este sentido, señaló que en los últimos años hubo «un crecimiento grande de personas privadas de su libertad» y que «se están viendo situaciones estructurales».