La feroz devaluación de las últimas semanas (hoy el dólar supera los $ 60) acentuó la crisis en varias fábricas, comercios y pymes bonaerenses, muchos de las cuales comenzaron a avanzar con despidos, suspensiones y adelanto de vacaciones de sus trabajadores.
Hace algunos días, el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio de Mar del Plata, Darío Zunda, dio cuenta de un panorama desalentador en aquella ciudad al señalar que «hay un promedio de un despido por día».
«A la recesión que estamos sufriendo desde hace años, le agregamos las vacaciones de invierno que en el plano comercial no fueron nada buenas. Y esta devaluación y el momento de incertidumbre tampoco ayuda», sostuvo el sindicalista de la ciudad balnearia.
La delicada situación no es exclusiva de Mar del Plata. Se replica a lo largo y a lo ancho de la provincia, y tras la PASO y el alza de la divisa norteamericana se acentuó tanto en el conurbano como en el interior bonaerense.
En el polo industrial Zárate-Campana se viven tiempos críticos. «Hay muchos compañeros desocupados. No hay respuesta laboral para todos. Yo no creo que esto vaya a mejorar. Es más, creo que aún nos faltan unos azotes más», se lamentó Julio González, Secretario General de UOCRA local.
Una situación particular que se dio Zárate fue la suspensión de una obra que iba a llevar adelante la empresa Tecna para la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea). El desencadenante fue la suba del dólar y a partir de la interrupción 130 personas quedaron en la calle, 82 de las cuales son obreros. Algunos fueron incorporados por Techint.
Por otro lado, las fábricas de productos de higiene Exal Corporation ubicadas en La Matanza y Pilar fueron adquiridas recientemente por la firma Queruclor. Tras la transacción, la empresa avanzó con más de 60 despidos en ambas platas.
En tanto, la empresa Motomel de La Emilia (San Nicolás) efectivizó este miércoles 60 desvinculaciones (no renovó contratos) y hoy podría sumar otras 40. «El que tiene la plata para comprarse una moto hoy prefiere esperar. Lo mismo ocurre en otros sectores de la economía. Además, el resultado de las PASO frenó todo», confió al diario local El Norte una fuente de la seccional San Nicolás de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
En el interior la situación también es dramática. Un síntoma fuerte de la crisis es el adelanto de vacaciones que está llevando adelante Arcor, el «gigante de los alimentos», en las ciudades bonaerenses de Salto y San Pedro, y también en otros distritos del país: Córdoba (capital y Colonia Caroya) y San Luis (Villa Mercedes).
En el caso de Salto llama la atención la decisión porque allí se producen líneas de consumo popular como Diversión y Traviata. «Dicen que hay un sobrestock, que están sobrando galletas por todos lados. La alimentación, en general, está complicada», contó Silvina Scacheri, secretaria general del Sindicato de la Alimentación de Salto.
En la ciudad del norte bonaerense la medida de Arcor afecta a unos 1.300 trabajadores de forma inmediata y a otros tantos de manera indirecta. «Despidos no hubo, pero si baja de contratos que entraron por dos meses. La idea es que con esta semana de vacaciones se pueda llegar hasta fin de año», agregó Scacheri.
Otra localidad afectada por la nueva etapa de la crisis es Chascomús, donde Conarco (productora de maquinarias) suspendió a 20 personas. Mientras tanto, en Lincoln, peligran 22 puestos de empleados de Sancor. La láctea busca mudar la producción del queso untable Mendicrim a una planta de Córdoba.
Finalmente, hoy unos 60 trabajadores de la fábrica de biodielsel «Biobahía» fueron suspendidos. «Veníamos escuchando algunas versiones al respecto y se concretaron. No sólo afecta Bahía Blanca, sino que también hay otras plantas de la provincia de Buenos Aires que tomaron la misma determinación y seguramente se expandirá al resto del país», contó Gabriel Matarazzo, secretario general del Sindicato de Petróleo Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca.