El hecho ocurrió la madrugada del sábado en una casa de la calle Perú al 700, cuando el adolescente –su identidad se preserva porque se trata de un menor de edad-, paseaba a su perra y fue abordado en la calle por dos ladrones que llegaron en moto.
El adolescente de 17 años que junto a su novia fueron asaltados, golpeados y torturados en una casa de la localidad bonaerense de Pergamino, donde les rociaron la cara con aerosol y hasta amenazaron con cortarles los dedos, aseguró hoy que pensó que lo iban a matar y que tiene miedo de volver a cruzarse con los ladrones que aún no fueron detenidos, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho ocurrió la madrugada del sábado en una casa de la calle Perú al 700, cuando el adolescente –su identidad se preserva porque se trata de un menor de edad-, paseaba a su perra y fue abordado en la calle por dos ladrones que llegaron en moto.
“Flaco perdiste, estás robado; dame todo lo que tenés”, contó hoy la víctima al canal Telefé que le dijo uno de los ladrones colocándole un cuchillo en el cuello.
Si bien el joven les indicó que tenía el celular en la cintura “y nada más”, los ladrones advirtieron que tenía un manojo de llaves y le dijeron: “¿Cómo nada más? Tenés las llaves de la casa”.
Fue entonces que, a golpes, lo llevaron a la vivienda de sus suegros, donde estaba su novia de 16 años.
“Entran, uno de ellos nos ata con cinta negra, hasta la punta de los dedos, a mí solamente las muñecas y con una sábana nos atan las piernas. Se sienta en una silla y el otro le dice ‘quedate vos y, si se hacen los locos, dales una puñalada a cada uno. Yo voy a buscar la moto’”.
El adolescente contó que uno de los ladrones les dijo: “Nosotros vamos a ser claritos, vinimos acá a buscar plata”.
Cuando ellos explicaron que sólo estaban cuidando la casa y no sabían si había dinero, les contestaron que los iban “a matar”.
Contó que, en ese momento, comenzaron las torturas, primero pegándole en el rostro y que después les colocaron a cada uno una bolsa en la cabeza para que no pudieran ver y que los amenazaban diciéndoles: “Si se hacen los locos, tiramos de los cordones y se van a morir ahogados”.
Luego de revisar los ambientes, uno de los ladrones regresó diciendo que no había dinero y allí fue cuando les levantaron las bolsas y les rociaron las caras con pintura en aerosol que encontraron en el taller de reparación de bicicletas que el padre de la joven tenía en el lugar.
“Me rocían con aerosol en los ojos y nos decían que nos íbamos a quedar ciego los dos. Le sacan la bolsa a ella, le rocían toda la cara y le abren los ojos. En ese momento manosean la entrepierna de ella”, recordó el adolescente.
Después, el ladrón que vigilaba a la pareja agarró un alicate y con él amenazó con cortarle los dedos.
“Nos empieza a agarrar los dedos con el alicate apretándonos, diciendo ‘si no hablás, vamos a cortar dedos’”, señaló.
El joven contó que los ladrones “se empezaron a poner nerviosos”, habían juntado un televisor, intentaron robarse el auto de su suegro, pero como se enciende con una tarjeta, “no lo sabían usar” y pensaron que no estaban las llaves.
En ese momento, les dijeron que se iban a una cuadra y que regresarían para llevarse todas las bicicletas que había en el lugar.
Allí, la pareja logró desatarse, el joven movió el auto de su suegro contra el portón para que los ladrones no pudieran reingresar, rompió con una maza un ventiluz y escaparon del lugar en el mismo momento en el que los ladrones quisieron volver a entrar y huyeron al darse cuenta que la pareja había escapado.
Los novios treparon por un tapial hasta una casa vecina, donde pidieron ayuda hasta la llegada de la policía.
“Yo estoy asustado porque sé que pueden hacer cualquier cosa. Sé que ellos estaban muy drogados, pero ¿y si nos ven en la calle? Pergamino es chico. Hace dos días que no duermo, no puedo vivir así, quiero que hagan algo, que nos cuiden. Las cosas que nos hicieron, yo pensé que nos iban a matar”, agregó la víctima entre lágrimas.
Fuentes policiales indicaron a Télam que los ladrones se llevaron un notebook y dos celulares, aunque los teléfonos luego fueron hallados descartados.
“Tenemos una pista firme de quiénes son. Tienen antecedentes. En las próximas horas podría haber allanamientos”, dijo a Télam un jefe policial de la zona.
El caso, caratulado como “robo agravado y privación ilegal dela libertad”, es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Pergamino y por la comisaría 1ra. de ese distrito.