Análisis: por qué duele tanto acabar una relación de amistad

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Muchos hemos tenido que lidiar con la pena y la ansiedad que supone pasar por la ruptura de una relación de amistad.
Es de esperar que una ruptura sentimental te arruine emocionalmente. Los discos sobre rupturas son tan abundantes que se han convertido en un tópico, y hay millones de libros y películas sobre el tema.
Sin embargo, sobre el tema de perder amigos no se ha hecho mucho, algo que sorprende dado lo habitual que es. Según un equipo de investigadores holandeses que estudiaron las relaciones de 604 personas, más de la mitad de las amistades se acaban pasados los siete años.

Y perder a un amigo jode. Sea el resultado de una pelea en una fiesta, de mudarse a otra zona o de perder el contacto progresivamente, muchos hemos tenido que lidiar con la pena y la ansiedad que supone el final de una relación platónica.
En las rupturas de pareja se presupone un largo periodo de desajustes emocionales, pero con frecuencia las rupturas con los amigos no se tienen tanto en cuenta y se barren debajo de la alfombra.
Hablé con Irene Levine, psicóloga y autora de Best Friends Forever: Surviving a Breakup with Your Best Friend (Mejores amigos para siempre: Sobrevivir a una ruptura con tu mejor amigo), sobre por qué jode tanto perder a un amigo y qué podemos hacer para superarlo.

VICE: ¿Por qué la gente no habla tanto sobre las relaciones amistosas que acaban?
Irene Levine: La cultura pop mitifica las amistades y sugiere que deberían durar para siempre. Así que a las mujeres en especial se las juzga por su capacidad de hacer y mantener amigos y se avergüenzan de que otros vean el final de una amistad como un fracaso personal. Los hombres a menudo estereotipan y consideran que las rupturas entre amigas son peleas de gatas. Las rupturas se trivializan porque desde fuera es difícil comprender la profundidad de los sentimientos involucrados en una gran amistad.

¿Por qué es importante para la gente tener amistades? ¿Qué sacamos de ellas?
Nuestras amistades son una verdadera afirmación de la vida. Nos hacen sentir valorados, comprendidos y conectados a algo más grande que nosotros. Nuestros amigos nos presentan nuevas experiencias y nuevas maneras de ser. Los buenos amigos están ahí para celebrar nuestros éxitos y consolarnos cuando las cosas van mal.
Al contrario que las relaciones familiares, estos lazos son totalmente voluntarios. Son gente con la que elegimos estar porque la relación es mutuamente satisfactoria.
Cuando alguien rompe con una pareja o se divorcia, todo el mundo corre a ayudar, pero con las relaciones de amistad, no
¿Qué hay de diferente entre el dolor de perder a un amigo y el de perder a una pareja?
Las personas ajenas a la relación quizá no puedan apreciar la significación de la pérdida ni ofrecer mucha simpatía. Cuando alguien rompe con una pareja o se divorcia, todo el mundo corre a ayudar, pero con las relaciones de amistad, no.

¿Por qué crees que cuanto más mayor te haces, menos amigos tienes?
No es la edad en sí que hace más complicado encontrar y tener amigos. Es más probable que tenga que ver con las circunstancias. Por ejemplo, cuando estamos en el instituto y en la universidad, nos juntamos con mucha gente en la misma etapa de la vida, en la misma ubicación física, con intereses similares y que tienen ganas de hacerse amigos de sus compañeros.

Después de eso, la gente amplía sus horizontes en muchas direcciones a medida que avanzan en los estudios o persiguen una trayectoria profesional o una relación de amor. También puede implicar desplazamientos geográficos que ponen el punto final a relaciones pasadas (o las cambian drásticamente). Cuando la gente hace malabares con las responsabilidades y sienta las bases del futuro, es menos conveniente y más complicado encontrar tiempo para los amigos.

Con la edad llegan más responsabilidades, y mucha gente ve las relaciones de amistad como relaciones de autocomplacencia.

¿Cuándo crees que una relación se vuelve perjudicial?
Una relación es perjudicial cuando es unilateral, no hay apoyo mutuo y desgasta. No es necesariamente culpa de uno o de ambos, una relación perjudicial ha dejado de ser recíproca. Es agotadora e infructuosa.

¿Cómo se sabe cuándo es apropiado alejarse de una amistad?
La decisión de si hacerlo (y de cómo hacerlo) se debería sopesar de antemano con mucho cuidado. Acabar una amistad abre las puertas al daño colateral. Tu amigo podría saber secretos que no quieres que explique. Podríais tener amigos en común que se sentirían incómodos con la ruptura. Podríais ser compañeros de trabajo y el fin de la relación puede potencialmente tensar la relación laboral. Tu examigo podría enfadarse y estar resentido.

Si tuvieras que aguantar el embate de romper con un amigo, ¿deberías tomártelo como algo personal?
Si dijiste o hiciste algo mal, o no dijiste o hiciste algo que debías, desde luego que no solo deberías tomártelo como algo personal, sino que deberías disculparte con la otra persona y aprender de la experiencia.

Sin embargo, en la mayoría de circunstancias, las rupturas «no son culpa de nadie». Ninguno de los dos tiene suficiente interés y motivación para mantener la amistad. Ten en mente que podría tener más que ver con la otra persona y su vida que contigo.

¿Hay buenos mecanismos para salir adelante de una ruptura con un amigo?
Recuerda que para superar las pérdidas se necesita tiempo. Recuerda también que es probable que idealices los aspectos positivos de la amistad y disimules las razones por las que la relación acabó. Intenta llenar las horas recuperadas quedando con otra gente y haciendo cosas que te has perdido. No caigas en el mito de que las amistades son para siempre. La mayoría de amistades terminan, incluso las amistades fuertes se acaban con el tiempo. El final de una amistad no quita todas las experiencias positivas previas. Usa lo aprendido para ser un mejor amigo y tomar mejores decisiones en el futuro.

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