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Casi nadie lo sabe: para qué sirven los colores en los cepillos de dientes

Aunque parecen decorativos, los colores en las cerdas de los cepillos de dientes cumplen una función clave: ayudan a medir la cantidad justa de pasta dental. Además, sirven como guía para mejorar la técnica de cepillado.

Salud

Cuando compramos un cepillo de dientes, solemos mirar si el cabezal es grande o chico, si las cerdas son suaves, medias o duras, o si el mango es cómodo. Pero hay un detalle que la mayoría pasa por alto: las cerdas de colores.

Azul, verde, amarillo, púrpura… estos tonos no están ahí solo por estética. Aunque muchos los asocian con el diseño o la marca, en realidad tienen un propósito muy concreto: marcar la cantidad exacta de dentífrico que se debe usar.

Una guía visual para usar la cantidad justa de pasta

“La cantidad ideal de pasta dental es del tamaño de un poroto para adultos, y de un grano de arroz para los chicos menores de seis años”, explica la odontóloga Mariela Ferreyra, especialista en prevención bucal.

Las cerdas de color funcionan como una referencia visual: si colocamos la pasta solo sobre esa parte del cepillo, estaremos usando la dosis justa.

¿Usar más pasta limpia mejor? Falso

Uno de los errores más comunes es pensar que mientras más pasta usemos, mejor limpieza lograremos. Pero esto puede provocar:

  • Desperdicio del producto

  • Mayor riesgo de tragar flúor, sobre todo en los niños

  • Menor atención a la técnica de cepillado

Además, el exceso de espuma puede dar una falsa sensación de limpieza, haciendo que se reduzca el tiempo de cepillado o que no se llegue bien a todas las zonas de la boca.

La clave está en la técnica

Los especialistas coinciden: la forma en que nos cepillamos es mucho más importante que la cantidad de pasta.

El cepillado debe:

  • Durar al menos dos minutos

  • Cubrir todas las superficies dentales, incluyendo la lengua

  • Hacerse con movimientos suaves y controlados

“Cepillarse fuerte no significa limpiar mejor”, aclara la doctora Ferreyra. De hecho, el uso de cerdas duras o demasiada presión puede dañar el esmalte y retraer las encías.

¿Cuándo hay que cambiar el cepillo de dientes?

Aunque muchos lo ignoran, el cepillo debe reemplazarse cada tres o cuatro meses, o incluso antes si:

  • Las cerdas están abiertas o deformadas

  • La persona estuvo enferma (resfrío, gripe, infección bucal)

Un cepillo desgastado no limpia bien y puede acumular bacterias.

Cómo cuidar el cepillo

Para mantenerlo en buen estado:

  • No compartirlo nunca

  • Guardarlo en posición vertical y al aire

  • No taparlo herméticamente

  • Enjuagarlo bien después de cada uso

  • Guardarlo lejos del inodoro y de zonas húmedas

Un detalle que mejora nuestra rutina

En tiempos donde la salud es prioridad, la higiene bucal también merece atención. Problemas dentales mal tratados pueden derivar en enfermedades más graves, como afecciones cardíacas o complicaciones durante el embarazo.

Por eso, esas pequeñas cerdas de colores cumplen una misión silenciosa pero valiosa: recordarnos cuánto dentífrico usar y ayudarnos a construir un hábito más saludable, todos los días.

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