Muchos padecen de vez en cuando molestias en el aparato digestivo. Aunque se traten con medicamentos, como los protectores estomacales, si no se complementa con la comida conveniente la mejoría tarda en llegar.
La leche, por ejemplo, se puede asociar a un efecto calmante, sin embargo es mejor evitarla cuando hay cualquier tipo de molestias en el sistema digestivo ya que es un alimento muy potente (y “pesado”) por su carga de proteínas, calcio y vitaminas.
Gastritis
Cuando el revestimiento del estómago se inflama a causa de algunos medicamentos o alimentos fuertes, como los picantes, se produce un dolor intermitente y agudo que de forma momentánea se calma cuando comemos algo. Es la gastritis aguda que, si no se controla, puede derivar en crónica.
“Hay alimentos que nos quitan las molestias y luego, al cabo de hora y media, se reactiva el dolor. Y esto es porque los alimentos suben el PH del estómago y entonces baja la acidez. Ante esto, el estómago responde con un aumento de la secreción de ácidos para que el PH del estómago vuelva a descender”, explica el doctor. Lo fundamental es una dieta sin ácidos, evitando comidas elaboradas y contundentes porque estimulan la secreción ácida y agrava las molestias.
El mito de la leche: la leche, que un principio puede dar sensación de bienestar, poco después provoca un efecto rebote y por tanto más acidez y molestias, a causa de la concentración de proteínas y calcio. Tampoco las verduras y frutas, especialmente la manzana, son aconsejables en la gastritis porque son más difíciles de digerir.
El pan, sobre todo tostado y de molde, provoca mucha acidez. Descartado. Lo ideal es una dieta suave como carne o pescado al horno o plancha, nunca rebozados, y arroz blanco, patata cocida o pasta sin salsas, sobre todo de tomate, solo un poco rehogada con aceite. Las bebidas de cola, aunque tengan gas, suelen calmar el dolor, recomienda el doctor.
Reflujo y ardores
El reflujo o acidez estomacal provoca una sensación de ardor en el esófago que sube hasta la garganta y la boca. Y se produce porque la válvula que separa el esófago del estómago, el cardias, en lugar de cerrarse inmediatamente después de que entre el alimento en el estómago se queda abierta y permite que el ácido suba por el esófago produciendo una sensación de irritación.
Una sensación que se produce normalmente después de comer en exceso, platos contundentes y que puede empeorar si la persona se inclina o recuesta y en situaciones concretas de estrés o de embarazo. “En este caso -apunta el especialista- no podemos tomar picantes, ni tomate frito, ni embutidos, ni encurtidos, ni alcohol, ni grasas animales, rebozados o tabaco”. Y lo recomendable son las carnes y pescados al horno, cocidos o a la plancha: pastas sin salsas, patatas cocidas y verduras.
El ardor de estómago es diferente al reflujo y se localiza debajo o detrás del esternón. Es un dolor fijo. Los alimentos recomendados y prohibidos son prácticamente los mismos que en el caso del reflujo.
Vómitos y diarreas
Los vómitos y diarreas producidos puntualmente por una indigestión deben ser tratadas con hidratación y dieta absoluta en principio y luego blanda. “No se espera el tiempo conveniente de 24 o 48 horas sin comer, sólo con hidratación. Y esto provoca que el malestar se vuelva a producir”, apunta Luca de Tena. Lo conveniente es esperar uno o dos días, solo a base de agua, y posteriormente ir introduciendo infusiones, pan tostado para desayunar con muy poco aceite y un poco de jamón, y luego dieta blanda a base de arroz, patata y pasta.
“En el caso de los vómitos, es bueno tomar un alcalino como el aloe vera. Las bebidas de cola también hidratan y suavizan las molestias”, añade el experto.
Gases, estreñimiento e, incluso, piedras en la vesícula
Los gases. Un problema digestivo que puede aparecer a diario. “Antes no venía nadie a consulta por este problema, ahora la gran mayoría viene por la hinchazón y otras molestias que causas los gases”. Los gases en los intestinos se originan por el aire que se traga y por los alimentos, por unos más que otros. Ayuda evitar las bebidas con gas, tomar agua con frecuencia, comer despacio y eludir productos lácteos si existe intolerancia a la lactosa.
“Recomendamos dietas bajas en comidas flatulentas, evitando alimentos como la coliflor, el repollo, las legumbres y comidas muy elaboradas, como un cocido. Además de retirar el alcohol”, señala el doctor Luca de Tena.
El estreñimiento es un problema que responde a diferentes causas y por eso la dieta puede variar. “En general, la alimentación debe ser rica en fibra (verduras, hortalizas y frutas y legumbres), además de unos dos litros de líquido, sobre todo agua, al día y evitar alimentos que estriñen como un consumo frecuente de carnes o quesos.
Y otra de las dolencias que se producen, sobre todo en las mujeres a causa de los embarazos, son las piedras en la vesícula. Un problema que suele requerir una operación quirúrgica y para el están prohibidos la grasa animal, las mayonesas, los cítricos o los rebozados.