Si estás pensando en arrancar una dieta, o viendo la mejor manera de cambiar tu modo de alimentación para bajar esos kilos que creés tener de más, un nuevo hallazgo de la ciencia te puede brindar una nueva opción para el inicio. Comer carne solo una vez o dos a la semana reduce casi en un 50% el riesgo de obesidad, reveló un estudio de la Universidad de Navarra, presentado días atrás en el Congreso Europeo sobre la Obesidad en Portugal.
En la investigación, que se basó en el seguimiento de 16.181 personas no obesas durante un periodo de 10 años, los científicos pudieron determinar que la medida justa a consumir representa el equivalente a dos pechugas de pollo grandes. Además, corroboraron que aquellos que comieron menos carne también duplicaron su ingesta de frutas y verduras.
Durante el periodo de tiempo estipulado, todos los participantes fueron puntuados de acuerdo a sus hábitos alimentarios, y se determinó que 584 se habían convertido en obesos. En tanto, quiénes preferían las frutas y verduras, se explicó, eran mucho más propensos a adherirse a una dieta estilo mediterráneo, que abarca alimentos tales como nueces, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva.
El estudio también demostró que incluso aquellos que se adoptaron una dieta alta en frutas y verduras tenían incluso un menor riesgo de obesidad en comparación con aquellos que comen más carne, huevos, lácteos y grasas. La profesora Maira Bes-Rastrollo, de la Universidad de Navarra, dijo al presentar el estudio que los alimentos a base de plantas «contienen más fibra» y por eso ayudaron a las personas a sentirse «más llenas» durante un periodo de tiempo más prolongado.
«Nuestro trabajo sugiere que las dietas basadas en plantas están asociadas con hábitos más favorables a la salud. Esto apoya las recomendaciones para cambiar a dietas ricas en alimentos vegetales, con menor consumo de alimentos animales», cerró.