La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es la forma con que se designa a un grupo de patologías que puede afectar el sistema digestivo en personas de cualquier edad y sexo. Cada 19 de mayo, en todo el mundo, se utiliza esta fecha para concientizar y difundir información sobre este tipo de trastornos.
Pero, ¿cuáles son las patologías incluidas en la EII? Según detalló a LA NACION el doctor Juan Andrés De Paula, Jefe del Área de Enfermedades Intestinales del Hospital Italiano, las más frecuentes son la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, que afectan de manera diferente el intestino.
«La Colitis Ulcerosa afecta sólo el intestino grueso, e incluye el colon y el recto. Sus síntomas más comunes son la diarrea con sangre, la necesidad urgente de evacuar, y el dolor abdominal», detalló el profesional, que reconoció que es muy complejo llegar a un diagnóstico de la enfermedad, que es incurable, aunque sí puede ser controlada.
En tanto, sobre la otra patología, dijo: «La Enfermedad de Crohn puede afectar cualquier área del tracto digestivo, eso incluye el intestino delgado. Algunos de los síntomas son el dolor abdominal, la diarrea con o sin sangre, la pérdida de peso y la fiebre».
Señales de advertencia
Al ser consultado sobre cuáles son las primeras señales de alerta para determinar si se padece una EII, De Paula enumeró: «La sangre en la materia fecal, la diarrea frecuente, la sensación de urgencia inminente y la anemia».
«Se sabe que hay una correlación entre el desarrollo de un país y el número de afectados por las EII, pero se desconoce exactamente cuál es el factor o si es uno solo o varios. Podría ser la alimentación. Pero en la actualidad sólo hay sospechas», dijo el profesional.
¿Cuál es el origen?
«La naturaleza de esta enfermedad es autoinmune, como la artritis o la diabetes de tipo 1, que son patologías donde el sistema inmunológico se vuelve en contra de las estructuras de la persona. Todo este tipo de enfermedades y las alérgicas están en aumento en los países que se desarrollan», explicó el doctor.
«Desde el momento que no sabemos aún cuál es el factor que está presente para que se desarrollen, es muy difícil saber cómo prevenirlas. Se trata de enfermedades multicausales que tienen una base genética, una ambiental y la flora intestinal», añadió el especialista.
«Al ser enfermedades autoinmunes no son curables, pero sí son manejables. Lo importante es el diagnóstico precoz porque, a más daño producido, más difícil de revertir. La curación no significa que uno deje de tener la enfermedad, lo que significa es que se cura la mucosa pero los pacientes deben seguir los tratamientos aún cuando estén bien», explicó De Paula.
