La sequedad, la descamación y la fragilidad ungueal en las uñas son algunas de las consecuencias ocasionadas por el abuso del esmaltado en gel. Sin embargo, la invención ha revolucionado los salones de manicura y pedicura en los últimos años y es la preferida de los clientes. Cuáles son los riesgos y consejos para disminuir los efectos
La manicura con esmalte convencional perdió popularidad frente a la llamada semi-permanente o de gel, que deja un acabado más brillante, pulcro y que, sobre todo, dura más.
Sin embargo, especialistas advierten que su uso puede ser nocivo para las uñas. La aplicación consecutiva del esmaltado en gel puede causar debilidad, pérdida de brillo y una mayor facilidad de ruptura. Además, podría camuflar enfermedades de las uñas si se usan repetidamente.
«La sequedad, descamación y fragilidad ungueal en las uñas, son algunas de las consecuencias ocasionadas por el uso repetido de esmaltado en gel. A su vez, se lo asocia con un mayor riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel de las manos», explicó a Infobae la doctora Adriana Raimondi, médica dermatóloga de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
«El esmaltado permanente se seca con cabina o lámpara de rayos ultravioletas que aseguran que el esmalte no se va a saltar ni correr, están listas desde el minuto uno», advirtió Carolina Pérez, especialista y encargada del salón de uñas Umara.
Cómo se realiza el esmaltado
Se comienza por realizar una manicura completa para preparar las uñas: se liman, limpian y por último empujan las cutículas.
Se aplica una base y se coloca la mano bajo una lámpara de rayos ultravioleta durante 30 segundos.
Luego se aplican dos capas de esmalte, con 30 segundos de secado entre capa y capa. El esmalte que se utiliza es un gel acrílico mezclado con esmalte que se aplica sobre la uña y luego se seca y endurece con rayos ultravioleta. Tiene la misma textura que un esmalte tradicional pero con un plus de brillo extra.
Y por último, se coloca una ‘top coat’ que también se secará bajo la lámpara de rayos ultravioleta.
Algunas de las consecuencias de su abuso son pérdida de brillo, cambios de color y mayor fragilidad en las uñas, pero también puede provocar reacciones alérgicas. «Existen personas alérgicas a la acetona, compuesto químico que se utiliza para retirar el esmalte, que sufren como consecuencia inflamación en los dedos», agregó la médica dermatóloga.
Al cubrirlas por un período tan largo de tiempo puede enmascarar enfermedades de las uñas o señales de otras patologías, que son clave en el diagnóstico de enfermedades renales, hepáticas, endocrinas y cutáneas.
Sin embargo, las especialistas y dueñas de los mejores «nail bars» de Buenos Aires advierten que el esmaltado semi-permanente es el preferido de sus clientes por sus notables beneficios.
«La indiscutible ventaja que tiene sobre el esmaltado estándar es el secado inmediato que permite que las mujeres se retiren del salón con las uñas secas listas para seguir con sus quehaceres», advirtió Pérez.
Según Alicia Frassia, especialista en uñas y dueña del ‘nail salon’ Queenies Buenos Aires, el esmaltado en gel llegó al país hace aproximadamente seis años y medio y desde entonces es el favorito de las mujeres.
“Si el producto es de calidad y la aplicación se lleva a cabo por especialistas instruidas, los resultados son los correctos”
Algunas recomendaciones generales sobre el uso de esta manicura:
-«Usar solo gel semipermanente en ocasiones especiales e intercalarlo con el uso del esmaltado estándar para ‘darles un respiro’ a las uñas para que crezcan y se reparen», agregó Raimondi.
-Rehidratar la piel de las cutículas y las uñas para minimizar la lesión de la lámina ungueal.
-Proteger la piel de los dedos con protector solar, ya que la lámpara UV se asocia con la aparición de cáncer de piel en manos.