Aunque se ha dicho bastante y desde hace mucho tiempo, nunca parece ser suficiente, porque siguen surgiendo novedades al respecto. Tener el hábito de la actividad física regular, y tener una buena condición física es poderoso para nuestra salud, tanto que incluso un estudio reciente demostró que es posible acondicionar al organismo para protegerse de distintos tipos de cáncer.
Las claves de la salud, o por lo menos de preservarla, las tenemos al alcance de la mano procurando, en lo posible, tener una alimentación saludable y equilibrada, evitando los malos hábitos, como el consumo de drogas y tabaco, y practicando una actividad física con regularidad y con intensidad moderada. No todos nos sentimos motivados para ejercitarnos, pero mientras más conocemos sobre los beneficios que proporciona al cuerpo, es posible que más nos animemos. Empecemos por el principio.
Se sabe que una buena condición física puede aportarnos muchos beneficios, e incluso el sentido común nos permite intuirlos. Por ejemplo, con buena condición física tenemos mejor salud cardiovascular, tenemos más energía, fortalecemos nuestro sistemas muscular y ósea –de allí la importancia vital de ejercitarnos después de los 40-; controlamos el aumento de peso, y hasta preservamos nuestra salud mental.
Pero además, se ha descubierto que una buena condición física influye en la prevención del cáncer. Un estudio, publicado en el British Journal of Sports Medicine, profundizó sobre el tema gracias a una investigación de largo alcance que analizó a más de un millón de hombres.
El comunicado de la Universidad de Gothenburg explica que el estudio analizó la asociación existente entre la aptitud aeróbica en el momento del servicio militar obligatorio y el riesgo de ser diagnosticado posteriormente con 18 tipos diferentes de cáncer, y se examinaron datos de individuos reclutados entre 1968 y 2005, con una edad promedio de 18 años.
En el tiempo pudo observarse que la buena forma física fue seguida de un menor riesgo de desarrollar cáncer de cabeza y cuello, esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón y pulmones.
Resulta interesante que en el caso de la enfermedad en el sistema gastrointestinal el riesgo fue aún menor para aquellos que tenían buena condición física en la juventud, al momento del reclutamiento.
Otro dato interesante fue que se revisó la aptitud aeróbica en relación con la mortalidad dentro de los cinco años después de un diagnóstico de cáncer y los resultados mostraron que las tasas de mortalidad fueron un 30% menores para quienes tuvieron buena condición física en la juventud.
Hay que destacar que para quienes tuvieron mejor condición física hubo más probabilidad de diagnóstico de cáncer de piel y de próstata, pero se considera que esto responde a que quienes son más cuidadosos con su cuerpo también son quienes acuden al médico para hacerse chequeos regulares con lo que se obtuvieron diagnósticos tempranos.
«Un buen nivel de condición física parece ser capaz de reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer, además de dejar a las personas mejor equipadas para obtener resultados exitosos en el tratamiento si desarrollan cáncer», dice Aron Onerup, uno de los autores de la investigación, y agrega que estos resultados deben estimularnos a establecer cuanto antes en la vida hábitos saludables que conduzcan a una buena condición física.
Esto puede ser un gran motivador para la acción, no solamente para los adolescentes, sino también para los adultos, pues mientras más temprano comiencen, mejores serán sus probabilidades de prevenir y en caso de diagnóstico plantarle cara al cáncer.
Aunque esta investigación se desarrolló en hombres exclusivamente y originarios de Suecia, arroja datos provechosos que pueden dar lugar a otras investigaciones que consideren mujeres y personas de distintos orígenes étnicos.
¿Qué hacer?
Probablemente ya no tengas 18 años, ni estés en la recluta militar. Si, de cualquier manera, has tenido buenos hábitos físicos, y te has ejercitado desde muy joven, buenas noticias; pero tampoco es que se acaba el mundo si no estás dentro de ese grupo, lo importante es comenzar cuanto antes a cuidar nuestro organismo a través de la actividad física.
Si bien es importante hacer un tipo de ejercicio que nos guste para poder mantener su práctica en el tiempo, el Instituto Nacional del Envejecimiento recomienda cuatro tipos de ejercicio con diferentes ventajas: ejercicios de resistencia, de fortalecimiento, de equilibrio y de flexibilidad y que comenzar con uno en particular, puede mejorar en el tiempo nuestra capacidad para hacer los demás. Como dato importante: en la variedad está el gusto. Si hacemos ejercicios variados, tendremos menos posibilidades de aburrirnos.
Entre los ejercicios de resistencia están el caminar a paso ligero, trotar, montar bicicleta, bailar, nadar, e incluso trabajar en el jardín. Ejemplos de ejercicios de fortalecimiento son levantar pesas, hacer flexión de brazos y piernas, que además los harán lucir tonificados; ejercicios de peso con el propio cuerpo y usar ligas de resistencia. Entre los ejercicios de equilibrio están pararse en un solo pie, y el tai chi; mientras que entre los ejercicios de flexibilidad están los de estiramiento.
Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.