Los días son más cortos: amanece más tarde y oscurece más temprano. El frío invita a quedarse adentro. Si hay niños en casa, el temor a las enfermedades obliga a «guardarse». Y cuando el hambre acecha, el cuerpo «pide» comidas calóricas por naturaleza.
Y es que a nadie le pasan inadvertidas las mañanas heladas, las tardes nubladas y ventosas y las noches largas, cuando de organizar la rutina diaria se trata.
Los días más cortos invitan a acostarse más temprano, según el sondeo
Entre los hábitos que se adoptan en esta época del año, los más mencionados son: comer más comidas calientes o calóricas (con el 55% de las menciones), realizar menos salidas al aire libre (47%), cuidar e hidratar más la piel (31%), secar el pelo antes de salir (29%), y acostarse más temprano ya que los días son más cortos (27%). Así lo demostró un relevamiento de la consultora de investigación de mercado TrialPanel, que quiso conocer los hábitos que se modifican con la llegada del invierno, cuáles son los ánimos que prevalecen y qué medidas de prevención se toman para prevenir las enfermedades de esta estación.
Al consultar qué tanto afecta en el ánimo de los encuestado la llegada del frío, el 42% manifestó que poco, el 25% bastante, el 18% nada y el 15% aseguró que mucho. En relación a los sentimientos que les despierta esta estación, la variación de menciones es llamativa: 5 de cada 10 aseguró que los encuentra más desanimados, mientras que, por el contrario, el 20% se siente más animado. Otros sentimientos mencionados fueron melancolía, desmotivación, fiaca y alegría.
La mayoría de los encuestados prefiere en esta época comidas calientes o calóricas (iStock)
La mayoría de los encuestados prefiere en esta época comidas calientes o calóricas (iStock)
¿Cuáles son las medidas de prevención que se toman para prevenir las enfermedades de invierno? En relación a este punto, los ítems más mencionados son los referidos a la temperatura: abrigarse lo justo, ni en exceso en ambientes cerrados ni poco en la intemperie (69%); evitar los cambios bruscos de temperatura (60%); y mantener la casa templada (55%).
En este punto conviene hacer un alto y recordar lo que los especialistas recomiendan, de cara a prevenir las patologías típicas de esta época del año:
– Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
– Tapar su boca al toser o estornudar usando el antebrazo y no sus manos.
– Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé enferme y tenga pérdida de apetito.
– Acostar a los bebés boca arriba.
– Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias.
– Ventilar todos los ambientes a diario, por lo menos 20 minutos.
– No fumar y mantener los ambientes libres de humo. Durante los primeros año de vida, los hijos de padres que fuman en casa tienen muchas más probabilidades de ser hospitalizados por bronquitis o neumonía que los de padres no fumadores.
– Brindar a los niños el abrigo necesario, se recomienda ponerles en ambientes fríos una gorra para mantener la temperatura corporal. Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
En bebés mayores de seis meses se debe incrementar la lactancia materna en caso de que se enferme y tenga pérdida de apetito
Asimismo, si el bebé o niño presenta síntomas de una enfermedad de invierno (fiebre, mocos, tos, dificultad para respirar, resfrío, inapetencia) hay que llevarlo al centro de salud o contactarse con su médico de cabecera, jamás automedicar.
Volviendo al sondeo, en cuanto a las campañas de vacunación contra la gripe, 9 de cada 10 encuestados vio o escuchó alguna de ellas, si bien en el 70% de los casos lo refirió sólo para los grupos de riesgos. Sólo el 27% se aplicó la vacuna (un 19% de manera gratuita y un 8% de manera privada), un 12% aún no se aplicó la vacuna pero planea hacerlo próximamente, y la mayoría no tiene intenciones de vacunarse (60%).
Monóxido de carbono, el enemigo silencioso del invierno
El Monóxido de Carbono (CO) es un gas venenoso que se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gasoil y nafta. Está presente en el humo expulsado por automotores y camiones, pero también por candelabros, estufas, fogones de gas y sistemas de calefacción.
«El monóxido de carbono no tiene color, olor, sabor, no irrita los ojos ni la nariz y provoca la muerte de unas 200 personas al año. Al ser tan imperceptible, es necesario tomar medidas preventivas», alertó el doctor Silvio Luis Aguilera (MN 52003), director médico de Vittal.
No se deben instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados
Y compartió algunas recomendaciones sobre cómo evitar el envenenamiento por CO:
– Dejar una ventilación permanente abierta en cada ambiente. Además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados aunque haga frío.
– Observar que la llama de gas sea siempre de color azul. La llama amarilla o anaranjada es signo de mala combustión y generación de monóxido.
– Si usa brasero o estufa a kerosene, apagarlos fuera de la casa antes de irse a dormir. No dormir con dichos artefactos encendidos.
– No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
– En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (tiro balanceado).
– Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa.