Científicos de la Universidad de de Linköping en Suecia afirmaron que las habilidades sociales en los canes están afectadas por genes que también se encuentran presentes en las personas. Por qué implica un gran avance en la comunicación con el reino animal
El ser humano se diferencia del reino animal por sus habilidades sociales. El concepto de socialización, se vincula a las habilidades propias de interacción humana con las personas de su entorno, ya sea para un intercambio o interacción favorable. La ciencia identificó, en un estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’ , la existencia de regiones genómicas que comparten los perros y los hombres vinculadas con los clásicos comportamientos sociales.
Los canes son unos de los primeros animales en ser domesticados. Su adaptación junto a las personas es cada vez más sólida. Durante este largo período, los perros lograron desarrollar habilidades únicas para la comunicación y cooperación con sus amos. Ante situaciones complejas que requieren solución, estas mascotas buscan la ayuda del hombre, diferenciándose así de sus parientes cercanos los lobos, quienes en su estado salvaje, resuelven conflictos por sí solos.
El estudio sentó sus bases en el análisis 500 perros de la raza beagle. Utilizaron grabaciones de vídeo para cuantificar la disposición de los animales analizados de buscar el contacto físico de sus dueños cuando el problema resultaba ser demasiado difícil. La tarea asignada consistió en en abrir una tapa hermética para obtener el premio en su interior.
Los investigadores utilizaron el método denominado GWAS (estudio completo de asociación del genoma), que permite un análisis genético profundo. Los resultados indicaron que aquellas mascotas que buscaron el contacto humano de manera más intensa resultaron ser los que tenían ciertas variantes genéticas compartidas.
«Se registró la propensión de los beagles de laboratorio para iniciar las interacciones físicas con un ser humano durante una tarea compleja e imposible de resolver. Un marcador genético en el cromosoma 26 dentro del SEZ6L gen se asoció significativamente con el contacto físico con el ser humano», aseguró en su estudio Per Jensen, profesor de Etología, y líder del grupo de la investigación.
El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), el autismo y complicaciones neuropsiquiátricas están asociados a dificultades con las interacciones sociales entre seres humanos. Sorprendentemente los genes analizados en las mascotas vinculan a estas patologías humanas, lo que permitiría analizar mediante el comportamiento canino ciertos trastornos sociales.
«Cuatro genes adicionales presentes en los mismos bloques de vinculación son los que afectan las habilidades sociales de los seres humanos, por ejemplo, SEZ6L se ha asociado con el autismo y la COMT afecta a la agresión en adolescentes con TDAH», detalló Jensen.
Los científicos pretenden analizar en profundidad el hallazgo para poder extenderlo a otras razas o bien, a todos los perros que conforman el reino animal. De poder probarlo, sería un gran avance para el estudio humano vinculado a las habilidades sociales y a la comunicación entre especies.
«Esto es, a nuestro entender, el primer estudio de todo el genoma que presenta regiones genómicas candidatos para la sociabilidad del perro y la comunicación entre especies. Estos resultados avanzan en nuestra comprensión de la domesticación del perro y aumentan el uso del perro como un sistema modelo novedoso para los trastornos sociales», afirmaron los especialistas en su estudio.