Solteros de ambos sexos celebran su día, la libertad de estar sin pareja. ¿No tener pareja y vivir solo es una «dolencia» de la que hay que curarse?, ¿es el resultado de todos los errores que cometimos en la vida que se «paga» con soledad? ¿o es solo una tendencia social?
Lejos de eso, los neosolteros son un nuevo estado civil por convicción. Dicho término se le adjudica a Carmen Alborch, escritora española, quien los describe como hombres o mujeres cuya prioridad es el éxito profesional y económico, preocupado por el bienestar, la salud, seguros de sí mismos y de buen nivel cultural.
«No tienen como prioridad la vida en pareja ni casarse. No se trata de una posición transitoria, sino la reivindicación de la soltería como un nuevo modelo. Eso sí, mientras más tiempo pasan solos, se vuelven más exigentes para aceptar a otra persona en su vida», explicó María Gracia Franco, licenciada en psicología (MN 13356).
¿Cómo viven los neosolteros?
La especialista en terapia individual y grupal explicó cuáles son las características principales de este nuevo movimiento social.
«Los neosolteros priorizan sus propios deseos. Eligen vivir solos, no como un acto de egoísmo, sino un canto al individualismo, independencia y autonomía. Se enfocan en metas personales y profesionales y les interesa viajar, consumir tecnología, relaciones sociales, salir a cenar con los amigos, entre otras actividades», agregó.
Además, sostuvo que las actividades que eligen no difieren de las de los que están en pareja, salvo por la compañía. Los neosolteros se inscriben en cursos, gimnasios, clases y talleres. «Cualquier lugar en donde puedan conocer personas con intereses afines a los suyos».
Los neosolteros están en ascenso, representan una parte importante de la población y se provee un gran crecimiento en un futuro cercano.
¿Se puede ser adicto a la soledad?
«Se puede ser adicto a las drogas, a la comida o al juego, pero también a determinadas personas, al sexo, a las compras, la tecnología, internet, al celular, y más. Dichas adicciones reflejan carencias no resueltas, insatisfacción permanente, representan aquellas carencias que no aceptamos. De manera tal que creemos que se compensará buscando fuera lo que sentimos que nos falta dentro, y dicho ‘rescate’ externo aliviaría, apaciguaría, pero al no resolver ni darnos la satisfacción que realmente buscamos volvemos a repetir compulsivamente».
La licenciada Gracia Franco sostuvo que los neosolteros «podrían llegar a ser considerados adictos a la soledad o al placer individual», aunque aclaró que habría que revisar caso por caso, aunque es una «tendencia que va en aumento como cualquier otra adicción».
Para que exista una relación interpersonal existe también un trabajo previo para poder llegar al otro que los neosolteros no están dispuestos a hacer y avanza la creencia de que no es la familia tradicional el eje del sistema social actual.
«La desconexión humana es el motor más importante de la adicción. Tiene que ver con tu jaula: el aislarse y no poder hacer conexiones humanas. El humano tiene una necesidad innata de conectarse con otros y cuando es feliz y saludable conectamos los unos con los otros, cuando estas traumatizado, aislado o te sentis golpeado por la vida generas una conexión con cualquier cosa aunque no te beneficie».
Finalmente, la especialista comentó que la sociedad actual «donde la gente se siente más vulnerable a todo tipo de adicciones» se producen conexiones que «son una parodia de lo real, los amigos no son los que están en el Facebook, son los de carne y hueso y esos son los que estarán cuando los necesites».
La tendencia de esta sociedad es a estar cada vez más aislada, se aumentan más la superficie de la vivienda y se reducen las conexión con la gente cambiando vínculos por cosas.