A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Salud prohibió la importación, comercialización y uso del producto malatión, un insecticida considerado «probablemente cancerígeno» por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La medida, que alcanza a todo el país, es para el producto «en cualquier presentación, como agente terapéutico para el control de enfermedades humanas»; así como también para el «destinado al control de vectores de importancia para la salud pública».
En ese sentido, la disposición remarca que «el malatión se encuentra todavía autorizado en el país para su uso terapéutico en el control de ectoparásitos en medicina humana, teniendo a la población infantil como destinataria de alta vulnerabilidad a pesar de contarse con alternativas de fácil acceso y menor peligrosidad».
Esa autorización, aclara, «rige únicamente para productos de venta bajo receta archivaday que los actualmente registrados no se encuentran comercializados al presente».
El malatión «ha sido usado desde mediados del siglo pasado como insecticida en el agro, ectoparasiticida en medicina veterinaria, domisanitario para el control de plagas urbanas, agente terapéutico externo para algunas enfermedades en el hombre y agente químico para el control de vectores de interés para salud pública», repasa el texto.
La normativa advierte que «el malatión puede ingresar al organismo por todas las vías (percutánea, digestiva e inhalatoria) no siendo el umbral del olor una advertencia segura para concentraciones peligrosas», y que «afecta el sistema nervioso, presenta toxicidad hepato-renal y reproductiva y se han dado casos de polineuropatía retardada, alteraciones sensoriales y neuroconductales irreversibles».