Una de las principales recomendaciones de nutricionistas y médicos para mantener una buena salud a través de la alimentación era consumir al menos 5 piezas de fruta y verdura al día.
Un estudio reciente del Imperial College de Londres aseguró que es todavía más óptimo consumir el doble de lo recomendado hasta ahora, es decir, 10. Según los investigadores, una ingesta de frutas y verduras por encima de cinco al día reducen mucho más las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, cáncer o muerte temprana.
Según los resultados que obtuvieron del estudio, si comés 10 piezas reducís un 24 por ciento las probabilidades de una enfermedad cardíaca, un 33 por ciento las de un accidente cerebrovascular, un 28 por ciento las de una enfermedad cardiovascular, un 13 por ciento las de cáncer total y un 31 por ciento las de muerte prematura.
El estudio se basó en un análisis exhaustivo de todas las investigaciones disponibles de toda la población mundial. Según las estimaciones del mismo, se podrían prevenir potencialmente alrededor de 7,8 millones de muertes prematuras en todo el mundo al año si la gente come 10 porciones, lo que equivale a 800 gramos de frutas y verduras diarias (80 gramos cada una).
¿Qué se considera una porción? Una ración de 80 gramos de frutas y verduras equivale aproximadamente a un plátano pequeño, manzana, pera o mandarina grande. Tres cucharadas de verduras cocidas como espinacas, guisantes, brócoli o coliflor cuentan como una también.
La investigación fue un paso más allá y logró identificar aquellas que proporcionan una mayor protección contra ciertas dolencias. Sin embargo, el equipo especificó que el número de estudios fue más limitado para estos análisis, por lo que existe la posibilidad de que otras frutas y hortalizas también tengan los mismos efectos.
Para prevenir enfermedades cardíacas, apoplejía, enfermedades cardiovasculares y muerte temprana: manzanas, peras, cítricos, ensaladas, verduras de hoja verde tales como espinaca, lechuga y repollo; y verduras crucíferas tales como brócoli y la coliflor.
También descubrieron que lo siguiente puede reducir el riesgo de padecer cáncer: vegetales verdes como espinacas o chauchas; verduras amarillas, como ají y zanahorias, y verduras crucíferas.
Los motivos
El doctor Dagfinn Aune, autor principal de la investigación de la Escuela de Salud Pública del Imperial College, explicó que existen ciertos mecanismos potenciales que podrían explicar por qué el consumo de estos alimentos tiene tan amplios beneficios para la salud: «Se ha demostrado que las frutas y verduras reducen los niveles de colesterol, la presión sanguínea y aumentan la salud de nuestros vasos sanguíneos y del sistema inmunológico. Puede que estos se deba a la compleja red de nutrientes que poseen. Por ejemplo, contienen muchos antioxidantes, que pueden reducir el daño en el ADN, y conducir a una disminución en el riesgo de contraer cáncer”.
En ese sentido, precisó que una de las claves están en la variedad de alimentos que se consumen: «Lo más probable es que todo el paquete de nutrientes beneficiosos que se obtienen al comer frutas y verduras sea crucial para la salud. Por eso es importante comer todo tipo de alimentos vegetales para obtener el beneficio, en lugar de tomar antioxidantes o suplementos vitamínicos (que no han demostrado reducir el riesgo de enfermedad) «.