Un informe científico de American Heart Association afirmó que suprimir la primera comida del día puede aumentar el riesgo de sufrir obesidad, diabetes y hasta generar complicaciones cardíacas
Desde hace años padres y abuelos resaltan la importancia para el organismo de un desayuno contundente por las mañanas, y afortunadamente la ciencia les da una vez más la razón. Una investigación publicada por American Heart Association afirma que no ingerir alimentos por las mañanas puede traer aparejados riesgos de salud a futuro como obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas. Estas patologías pueden ser tranquilamente prevenidas con una buena base alimentaria.
Saltear el desayuno aumenta los riesgos de padecer varias enfermedades
Marie-Pierre St-Onge, profesora de la Universidad de Columbia y directora del plantel de investigación, afirmó en el desarrollo de su estudio «ingerir alimentos con atención plena a la sincronización como también la frecuencia con la que se consumen, podrían dar lugar a una vida más saludable y por lo tanto, un mayor control de los factores de riesgo cardiometabólico».
El estudio en su desarrollo desglosa y analiza cifras alarmantes. Asegura que aquellas personas que comúnmente no desayunan tienen un 27% más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón y un 18% más de padecer accidentes cerebrovasculares.
La nutricionista Antonela De Lamo (MN 8.226) agregó que no desayunar hace que el mecanismo de respuesta a la insulina se vea afectado, «la costumbre de no desayunar es algo que es difícil de revertir y se ve mucho en nuestra población argentina pero se puede cambiar, más allá de cada organismo a largo plazo puede traernos consecuencias negativas sumando a malos hábitos alimentarios y sedentarismo».
El desayuno es la fuente principal de energía por excelencia pero el estudio subraya la importancia de detenerse a ingerir cada una de las comidas claves del día. En la actualidad se presta poca atención a la alimentación diaria, muchas veces en los trabajos resulta común recaer en el «picoteo» en vez de una alimentación nutritiva y contundente. Por consiguiente, tales patrones de alimentación de la actualidad provocan diversos efectos sobre los índices de salud cardiometabólico, el perfil lipídico, resistencia a la insulina y la presión arterial.
La Organización Mundial de la Salud abordó la problemática en varios de sus comunicados, en los que reafirman la premisa expuesta por el estudio norteamericano pero a su vez agrega una enfermedad más a la alarmante lista:
«Tanto las dietas insalubres como la falta de actividad física están entre los principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo. Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y hasta el cáncer».
Claves para comer bien y tener una buena calidad de vida
En varias ocasiones se suele suprimir la comida matutina por no saber con claridad qué alimentos son los indicados para el organismo, o bien, se cree que se desayuna correctamente cuando en realidad se aportan poco nutrientes al cuerpo humano.
La nutricionista De Lamo explicó: «Para un buen desayuno diario no pueden faltar en la dieta proteínas de alta calidad como el yogurt, leche, quesos descremados, huevos duros o revueltos, pero también, hidratos de carbono complejos (panes, cereales integrales, galleta de avena y granola) e hidratos de carbono simples (frutas, mermeladas y jugos)».
Alternar estas comidas permite al organismo incorporar los nutrientes necesarios para una buena alimentación y una excelente calidad de vida a futuro, el único fin radica en evitar enfermedades que pueden ser prevenidas con una dieta alimentaria saludable.
Fuente: infobae.com.ar