El trastorno afectivo estacional (TAE) es una forma de depresión que ocurre durante los meses de otoño e invierno debido a la menor exposición a la luz solar
Trastorno afectivo estacional: por qué el invierno puede producir depresión y malhumor
Síntomas y Causas
El trastorno afectivo estacional (TAE) es una forma de depresión mayor que algunas personas experimentan en otoño y durante los meses de invierno, cuando los días son más cortos y fríos. Los síntomas incluyen:
- Estado de ánimo deprimido: Sentirse más triste y desanimado.
- Irritabilidad o cambios de humor.
- Fatiga y exceso de sueño.
- Cambios en el apetito: Antojo de alimentos ricos en carbohidratos.
- Aumento de peso.
La causa del TAE está relacionada con los cambios estacionales que afectan la producción de serotonina y melatonina, y la falta de vitamina D. La disminución de la luz solar altera los ritmos circadianos del cuerpo, lo que afecta la regulación de estas hormonas y neurotransmisores, provocando síntomas depresivos.
Tratamiento del Trastorno Afectivo Estacional
El tratamiento del TAE puede dividirse en cuatro categorías principales:
- Medicamentos antidepresivos: Son eficaces para aliviar los síntomas de depresión.
- Fototerapia (terapia con luz): Utiliza luz brillante a través de lámparas específicas para este trastorno. La luz de estos dispositivos es aproximadamente 20 veces más brillante que la luz interior normal y filtra la luz ultravioleta potencialmente dañina.
- Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual ayuda a cambiar pensamientos y comportamientos negativos.
- Vitamina D: Puede suplementarse si hay una deficiencia.
Recomendaciones para Prevenir y Tratar el TAE
Para prevenir y mitigar los síntomas del TAE, se recomienda:
- Exponerse a la luz natural: Pasar tiempo al aire libre durante el día.
- Mantener una dieta balanceada: Consumir frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos.
- Ejercicio regular: Hacer ejercicio moderado mejora el estado de ánimo y los niveles de energía.
- Dormir lo suficiente: Dormir un promedio de 7 horas diarias para adultos.
- Mantener un buen entorno social: Pasar tiempo con amigos y familiares.
Importancia de la Prevención
Es común que las personas diagnosticadas con TAE lo vuelvan a padecer al año siguiente. Reforzar hábitos saludables y prevenir los síntomas a través de la exposición a la luz natural, una buena dieta, ejercicio regular y una adecuada higiene del sueño puede ser crucial para evitar el TAE.