10 años sin Michael Jackson

Virales

Michael Jackson fue un genio sin discusión y a la vez un hombre más que cuestionable. Fue negro pero también fue blanco. Un talento único y (quizás) un terrible monstruo. Un icono y un fantoche. Un fenómeno y un enfermo.

Diez años después de su repentina muerte, recordamos de la mano de algunos de sus fans todas las caras del rey del pop.

ALASKA, CANTANTE

«Cuando Michael vino a Madrid con la gira de Bad en 1987 yo estaba en el Calderón a las dos de la tarde para coger buen sitio y pude ver el concierto en tercera fila. Luego me dio un bajón de tensión y tuve que ver el resto en la grada. Es uno de los conciertos de mi vida.

Michael me ha acompañado desde que, cuando tenía siete u ocho años, me compré ABC de los Jackson 5. Éramos casi contemporáneos, él sólo tenía cinco años más que yo. Ya me encantaba con sus hermanos y toda su primera etapa en solitario es mi favorita, sobre todo Thriller Bad.

Michael era especial. Hay muchos artistas buenos, cantantes buenos, bailarines buenos, pero él era una estrella, era diferente. Tenía un carisma y una personalidad que lo hacían distinto. Y el documental no me ha cambiado esa perspectiva. Yo en un artista no busco la virtud humana sino que su arte me mueva por dentro. Creo, además, que tenemos los mismos datos para pensar que las acusaciones de abuso son ciertas como que no».

CARLO PADIAL, ESCRITOR Y DIRECTOR DE CINE

«Crecí odiando a Michael Jackson porque fui rabiosamente fan de Prince entre los 14 y los 19 años. Entonces, compré Off the wall, escuché la cara A y se me rompió la cabeza. Entré en razón de golpe, se me cayeron todos los prejuicios, entendí que aquella era la obra de un genio.

Durante los siguientes 10 años, mi admiración fue creciendo hasta el momento de su muerte, que me cogió en la plenitud de mi admiración. Coincidió que había descubierto el alcohol, hasta esa época había sido abstemio, de modo que fue una época muy especial… Me recuerdo llorando mientras veía Man in the mirror.

Las noticias de estos años no han cambiado nada el valor que le doy a su música. Tanta gente es repugnante… ¿Por qué hablamos de Michael Jackson y no de los Rolling Stones? Acabaríamos por no escuchar música, así que lo más sensato es ignorar estas cosas».

BEGOÑA VILLACÍS, VICEALCALDESA DE MADRID

«Mi primer recuerdo de Michael Jackson es lo que me acojonaba el vídeo de Thriller. Cuando salió, tenía cinco años y me daba un miedo terrible, aunque imagino que a la vez era fascinación. Luego cuando llegó Bad, en 1987, me apasionaba tanto que en el baile de fin de curso del colegio hice una coreografía especial.

Recuerdo con qué pasión se vivía en EEUU cada cosa que hacía Michael. Viví allí entre 1993 y 1996, los años del instituto, y fue la época en que aquel personaje tan querido y admirado, al que consideraban no sólo un cantante sensacional sino el mejor bailarín de su tiempo y al que ninguno de sus sucesores hacía sombra, empezaba a suscitar polémicas por el cambio del color de piel y, sobre todo, por su relación con los menores.

Michael marcó una época e influyó en toda la música de los años 80 y 90 de una forma decisiva. Y pienso que no se puede mezclar la obra con el autor. Su obra es buena en sí misma para siempre; lo que pudo hacer en su vida privada no tiene disculpa».

LAURA FERNÁNDEZ, ESCRITORA

«Mi relación con Michael está condicionada por un amigo íntimo que es el mayor fan imaginable, un obseso. Hasta el punto de que es un negacionista, no se cree las noticias que han salido estos años. No sé… Yo sí las creo. De hecho, creo que todos lo veíamos venir desde hace muchos años, pero tampoco me parece relevante.

Ni con Michael Jackson, ni con Cèline ni con Knut Hansum, por muy nazis que fueran, ni con Ryan Adams, de cuya música sigo siendo fan, por muy oscuras que sean las denuncias contra él. ¿Qué sabemos de la gente? ¿Qué sabemos de la gente aparentemente impoluta?».

SR. CHINARRO, MÚSICO Y ESCRITOR

«Me cuesta confiar en la justicia de los tribunales ordinarios, imagina lo poco que creo en la de las redes sociales, donde faltones y desocupados imponen su dudosa ley, la del más pesado. Si Michael Jackson era un pederasta, deberían haberlo acusado y juzgado en vida y en los tribunales al uso.

Tenemos en España y en el mundo cientos, miles de casos de pederastia relacionados con la Iglesia y no parece importar a nadie el toreo que se traen los vaticanos con los de las togas, disfrazados todos.

Michael era un pedazo de friki, se veía a kilómetros. Pero, además de bailar, habilidad que valoro menos, fue un intérprete increíble y supo rodearse muy bien, y, al parecer, copiar como los ángeles. ¿Habéis visto el docu de Quincy Jones? ¡Ése tiene más secretos inconfesables que los niños de Neverland!».

CARLA FUENTES, ILUSTRADORA

«Michael es una figura que ha marcado nuestra infancia y juventud. Muchas vidas y grandes momentos suenan a Michael. La música actual tiene mucho de Michael. Y sin duda es uno de los mejores artistas que habrá en este mundo.

Por este motivo, durante muchos años hemos hecho la vista gorda ante asuntos personales que hoy serían bastante cuestionables. A la sociedad de aquel momento ni se le movía el flequillo cuando Michael decía que le gustaba ‘dormir con niños’ o eso de ‘sus familias duermen cerca pero ellos siempre prefieren dormir en mi cama’. De todas estas cosas, entre muchas excentricidades, he sido consciente después de pasarme más de cinco meses ilustrándolo, después de dibujar su infancia, sus más de cinco colores diferentes de piel y la transformación de su cara, e ir buscando imágenes de su vida y de su cotidianidad.

Ahí me han surgido un millón de preguntas sin respuesta… ¿Por qué nadie ayudó a ese niño maltratado? ¿Por qué la sociedad de aquel momento no veía en sus actos algo extraño? ¿Por qué se le permitieron tantas excentricidades? ¿Le interesaba a la industria musical que la imagen de Michael quedase intacta? ¿Gritaba ayuda con sus actos y sus mil cambios de aspecto?

Y la última: Aunque todo lo que se dice de él fuese finalmente admitido y juzgado por la justicia, ¿podemos separar moralmente al artista de su persona? Yo no tengo la respuesta».

ALFRED GARCÍA, CANTANTE

«Soy experto en Michael desde que murió. No le conocía hasta entonces, tenía 14 años, pero aquel día vi imágenes en la tele de él haciendo el moonwalk y me obsesioné. Recuerdo la emoción con la que fui con mi madre a comprar Thriller, abrirlo, escucharlo una y otra vez… Aún es uno de mis discos favoritos.

Me impactó el primer concierto suyo que vi en internet, un directo grabado en Bucarest en 1992, cuando salía de debajo del escenario a propulsión y se plantaba solo en medio del escenario ante más de 40.000 personas. Me convertí en un fan obseso. Me vestía como él, incluso llevaba guantes blancos, la gente se reía de mí, pero yo pensaba que Michael me habría animado a hacerlo. Compré partes de ropa que había usado en vídeos, entradas antiguas, una fotocopia del testamento, muchísimas cosas.

Me impactó todo sobre él, pero especialmente me ha inspirado a nivel de energía, de espiritualidad, de alma, lo más importante de él. No he visto el documental Leaving Neverlandni lo voy a ver, no merece mi atención ni mis ganas. Yo apoyo la justicia y la justicia dijo que era inocente».

IVÁN REPILA, ESCRITOR Y EDITOR

«Recuerdo la admiración que tenía por Michael de niño, la expectación que teníamos todos cuando se anunciaba un nuevo vídeo. Me acuerdo de ver con mis padres el estreno de Smooth criminal. Es un afecto de la infancia que nunca abandoné. Había una parte más ñoña de Michael Jackson que no me gustaba y no se parecía al tipo de música que era más importante en mi vida, Extremoduro y cosas así, pero siempre lo vi con simpatía.

Y, como siempre había rumores extravagantes sobre su vida, como se decía que era extraterrestre o que quería dejar de ser negro, yo puse en cuarentena todas las denuncias contra él. Siempre fui escéptico cuando lo trataban de abusador. Por eso, cuando he comprendido que las acusaciones son verdaderas sí que he sentido que su vida personal perturbaba la relación con su música«.

JOSÉ MOTA, CÓMICO

«Fui un fan de Michael Jackson. De él, de Prince, de todos los punteros… Me gustaba muchísimo bailar y él era el referente absoluto. Recuerdo a los Jackson 5 y el impacto que supuso primero el Off the wall y luego Thriller. Me acuerdo de ir por las calles de Benidorm y ver a todo el mundo en los bares pegado a la tele viendo mil veces el videoclip. Eran los 80, la llegada del break dance y lo recuerdo como una época muy ilusionante.

Michael transmitía un gran afán por la superación, mucho trabajo, y a la vez nunca dejaban de resultar inquietantes esas imágenes suyas con mascarilla, el paraguas, los cambios de color… Ese nivel humano me alejó de él. Jamás entendí qué había detrás. No he podido ver el documental y no me gusta que salga después de su muerte, pero si es verdad lo que se cuenta de él, sería muy triste que detrás de un genio hubiese alguien así. Se me caería el personaje ante una monstruosidad así y me resultaría muy difícil separarlo de su obra…

Sin embargo, nada podemos hacer. Nosotros sólo somos espectadores. Vete tú a saber cuál es la verdad detrás de Michael Jackson».

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