La iniciativa que consolidó la conmemoración del Día Mundial contra el Bullying se originó en Buenos Aires. La fecha fue propuesta por la ONG Bullying sin Fronteras realizada ante la UNESCO, que la aprobó el 2 de mayo de 2013. Es una jornada que se recuerda en más de 40 países, cuyo objetivo principal es generar conciencia sobre el acoso escolar que afecta a millones de niños en el mundo y causa aproximadamente 200 muertes al año.
Desde la ONG fundada por el Dr. Javier Miglino y Sandra Vellido, explican que «el bullying es un enemigo silencioso que se nutre de tres venenos: la soledad, la tristeza, el miedo». Y agregan que pelean para darle «visibilidad al problema y para que cada niño y cada adolescente sepa que el bullying está mal y que hay gente en todo el mundo que está presta a ayudarle.»
UNICEF en un informe realizado en 2014, con datos de 190 países, aseguró que 1 de cada 3 estudiantes entre 13 y 15 años sufrió acoso escolar.
Respecto de la problemática, la UNESCO estima que » 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta desproporcionadamente a las niñas, así como a aquellos que presuntamente no se ajustan a las normas sexuales y de género predominantes».
Asimismo, según un informe de 2015 de la Organizaciòn de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Argentina lideró los rankings de bullying o acoso escolar en la región: 4 de cada 10 estudiantes secundarios admitió haberlo padecido.
En noviembre de 2016, Oriana Belén Picotti se suicidió debido a que padecía de acoso en la escuela. La adolescente de 15 años, oriunda de Entre Ríos, le dejó una carta de despedida a su familia en la que le explicaba que los quería, pero que necesitaba descansar en paz.
Durante el mismo mes, se produjo un caso similar en Zarate. En la localidad bonaerense, un chico de 13 años -identificado como José- se pegó un tiro en la cabeza, agonizó un día y luego murió. Sus padres aseguraron que era víctima de bullying. Sin embargo, las autoridades de la escuela a la que asistía, respondieron que no «había registro de algún episodio sostenido de acoso».