Mientras el mundo concentra su atención en Rusia, a horas del inicio del Mundial de Fútbol de la FIFA, los rusos dejan la vorágine mundialista de lado por un rato y paralizan el país. Es que este 12 de junio se celebra un nuevo Día de Rusia, festividad que conmemora la Declaración de la Soberanía Nacional de la Federación de Rusia, es decir su independencia de la Unión Soviética de la que formó parte hasta su desmoronamiento en 1991.
La declaración de la independencia fue aprobada el 12 de junio de 1990 por el primer Congreso de los Diputados Populares de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR, por sus siglas en ruso).
Dos años más tarde se instituyó al 12 de junio como feriado nacional en el calendario ruso y en 2002 comenzó a llamarse oficialmente el Día de Rusia.
Aquella declaración de soberanía nacional otorgó a la RSFSR plenas facultades para la conducción del país hasta que exactamente un año después, el 12 de junio de 1991 se celebraron las primeras elecciones presidenciales directas y abiertas en la historia de Rusia. De aquella compulsa electoral resultó electo Boris Yeltsin.
Junto a Yeltsin, primer presidente de la Federación de Rusia hay otro nombre clave en el Día de Rusia, el de Mijail Gorbachov, último secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética. Gorbachov promovió una serie de reformas, definidas por dos palabras claves: glásnost (apertura, transparencia) y perestroika (reestructuración).
Las resistencias de la línea dura del partido estallaron en agosto de 1991, cuando un grupo de golpistas intentó derrocar a Gorbachov y tomar el poder para «evitar la descomposición del país». Yeltsin se puso al frente de la resistencia y el golpe quedó desactivado.
Ahora, a pocas horas de la cita mundialista que concita la atención de los medios de todo el planeta, los rusos se tomarán un respiro de la fiebre futbolística para celebrar su día.