Una familia de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca tuvo que abandonar la casa donde vivían porque según explicaron estaba embrujada. Además, contaron que dormían con Biblias apoyadas en el pecho, y hasta pidieron ayuda a videntes o parapsicólogos.
«No sabría decir por qué pasaba, pero recuerdo cómo empezó todo. Una noche escuchábamos ruidos, como si alguien corriese en el techo, y lógicamente pensamos que había algún ladrón. Prendí la luz del patio y salí, pero no había nadie», contó Mario, que vivía con Carina y sus dos hijos en una casa ubicada cerca de la intersección de las calles Remedios de Escalada y Sócrates.
Los pasos siguieron escuchándose cada noche y la pareja se comunicaba por teléfono con los vecinos, que les aseguraban que no había nadie en los techos. «Cuando se iba el sol empezaba el infierno y apenas podíamos dormir», relató el hombre.
En tanto, la mujer contó que esa casa pertenecía a su familia y que la mayoría de los episodios ocurrían de noche: «Cuando esta presencia se manifestaba, nos metíamos a la habitación los cuatro juntos y hasta el amanecer no dejábamos salir a los chicos ni para ir al baño. Teníamos terror».
Según contaron, el espíritu no paraba de correr y saltar por los pasillos, el comedor y las piezas de la casa hasta el amanecer.