«Hola, no me vas a ignorar como siempre. Me ignorás porque desconocés mi número. No importa princesa yo te conozco lo suficiente». Este fue uno de los tantos mensajes que Evelyn Monío recibió en su celular desde un número desconocido. La chica de 19 años, lo bloqueó en WhatsApp, pero siguió recibiendo mensajes de texto. Uno de ellos, a las 3 y media de la madrugada que decía: «Hace frío, me abrís?».
Evelyn tenía miedo y decidió no salir de su casa. A las tres horas recibió otro mensaje: «¿Por qué no fuiste al gimnasio?». Desde el miércoles de la semana pasada, y hasta ahora, este hombre la acosa permanentemente y la hostiga con mensajes desafiantes en su teléfono celular. Ella hizo la denuncia en la fiscalía número 3 de Morón y espera que pronto se termine el calvario.
Como el de Evelyn, los casos de ciberacoso se multiplican. Muchas, como ella, deciden hacerlo público. Pero la mayoría le resta importancia y prefiere hacer como si no pasara nada. Ese, para los especialistas, es el mayor error. «El hostigamiento mediante un dispositivo electrónico es un delito que tiene que ser denunciado por la víctima», afirman desde la División de Análisis Informáticos Especiales de cibercrimen de la policía Metropolitana.
Los pasos a seguir frente al ciberacoso
«Hay que resguardar la evidencia (mensajes, fotos, audios) y hacer inmediatamente la denuncia porque cuánto más rápido toman conocimiento las autoridades, es más fácil encontrar al acosador», indican desde la dependencia.
«La denuncia siempre es penal. Cualquier funcionario público que toma conocimiento de que se está comentiendo un delito debe denunciarlo a la policía o en una fiscalía. El acoso es un modo de llevar a cabo una amenaza, en este caso por su reiteración y a través de un medio tecnológico», explica Hernán Navarro, director de la ONG Grooming Argentina y agente en la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires.
Navarro advierte que el acoso por Internet o cualquier medio tecnológico como figura delictiva no existe en nuestro código penal, salvo el grooming (art 131) en donde la víctima es menor de edad. «En el caso particular de Evelyn, el código penal establece en su art 149 bis las amenazas agravadas desde el anonimato, dado que los mensajes que recibió en su celular infunden temor».
Algunos datos para tener en cuenta
No hay herramientas para generar estadísticas concretas sobre ciberacoso en la Argentina. El único dato preciso es que el 85 por ciento de los ciberdelitos se dan bajo la modalidad de pornografía infantil. Hay 25mil reportes desde el año 2013 hasta hoy. El 45 por ciento son de la provincia de Buenos Aires, el 30 por ciento en la ciudad de Buenos Aires, y el resto, corresponden a otras provincias.