A pocos días de la próxima audiencia en La Plata (la misma se desarrollará el viernes 4 de octubre), los trabajadores se movilizaron hacia Arenaza, cuna del Mendicrim y el pueblo donde nació el tan famoso queso. Dialogando con vecinos, contando anécdotas, reflejando la tristeza y brindando todo su apoyo a los 21 trabajadores, el pueblo está haciendo fuerza por los trabajadores. “Nos juntamos con los compañeros que están en Arenaza. Nos pusimos de acuerdo en todo, la gente está con nosotros, no pueden creer que el Mendicrim se vaya de aca”, contó Laura Fermanelli, quien fue una de las voceras en el encuentro.
Además, dos de los compañeros relataron su vida en la fábrica: “Yo entré al Mendicrim en el año 1992 y mi casa la hice gracias a eso; nosotros somos 8 en la familia, mi papa y mis hermanos también vivimos de esto”. Daniel Lumbreras tiene 44 años, padre de Agustín (12), Juan Segundo (10), Ciro (5) y Faustino (4), vive con sus 4 hijos y su esposa Vanesa, pide “una solución rápida para conservar las fuentes de trabajo”.
A su vez, Eduardo Garrido, más conocido como “Garrincha”, vive en su casa de Arenaza, es muy querido en el pueblo y cuenta su larga vida en la fábrica: “Yo hace 33 años que estaba trabajando en la fábrica, pase por distintas firmas, empecé con Mendizabal (primer dueño de la empresa y creador del Mendicrim)”. “Hace ya tres años que venimos atravesando ésta situación y todos estamos esperando recuperar el Mendicrim, pero lamentablemente hoy estamos desocupados”.
“Yo soy Lolo Lumbreras, estoy trabajando hace 35 años en la fábrica, toda mi familia trabajó acá; es una verdadera lástima y una gran tristeza que el Mendicrim se vaya de Arenaza”, relata una persona que se roza todos los días con los compañeros damnificados. “Ésta es la pérdida más importante que sufre nuestra localidad, porque estas son las cosas que le dan identidad a un pueblo”. “El ingeniero Mendizabal apostó por nuestro pueblo para desarrollar sus productos y así creció nuestro hogar, esperamos con muchas ansias que esto se solucione”.
Todo un pueblo angustiado, expectante y con ganas de que este problema se resuelva lo antes posible y que los 21 trabajadores del Mendicrim pueda conservar su fuente de trabajo.