Una barbarie atrás de la otra. Rosario no tiene paz. Ni siquiera después de ganar el clásico tras mucho tiempo. Newell’s vive una interna feroz y esta vez le tocó sufrirla a Cristian D’Amico, vicepresidente segundo del club.
D’Amico regresaba de la escuela de fútbol infantil de la Lepra, a donde había ido a buscar a su hijo, cuando otro auto se le cruzó en la calle y le dieron una decena de disparos, dos de los cuales dieron en su luneta y otro en su puerta izquierda delantera.
El hecho, que no registró heridos, se dio en las calles Valparaíso y Montevideo de la ciudad santafesina. D’Amico pudo desplazarse después con su camioneta hasta un patrullero cercano, que lo escoltó hasta la Comisaría 14ª, donde radicó la denuncia.
Producto de los nervios del momento, el dirigente poco pudo aportar en el relato en la delegación policial,
